Capítulo
13.- Carnaval.
Sonó el teléfono. Me desperté y lo cogí
medio adormilada aún.
-¿Sí?
-¡Lidia! ¿Estabas dormida?
-Sí Sabrina.
-Pues menos mal que te he llamado,
¿puedes venir en una hora? Nos vamos a vestir aquí todas, y así me ayudáis a
prepararlo todo.
Miré el reloj, las once.
-Vale, allí estaré.
-Gracias. Hasta ahora.
-Hasta ahora.
Estaba cansada, había dormido muy poco,
no había dejado de darle vueltas a la actitud de Andy.
Fui a desayunar, me duché, preparé una
mochila con las cosas para el disfraz y me fui hacia casa de Sabrina.
Llegué y ya estaban todas allí. Llamé
al timbre.
-Llegas justo a tiempo- me dijo Sabrina
mientras me abría la puerta.
Entré y me llevó enfrente de una
pancarta gigante en blanco.
-Creo que se porque llego a tiempo…
-Tú y yo haremos la pancarta, Stella y
Sandra están con la comida y Emma y Brenda con la decoración. Comeremos aquí.
-Vale, pues entonces manos a la obra-
dije dejando mi mochila a un lado.
Sabrina me dejó una camiseta vieja y
nos pusimos a pintar.
-¿Qué te pasa Lidia?
-Na…
-No me digas que nada porque se que te
pasa algo- me interrumpió.
-Es Andy, ayer me preguntó que si me
gustaba alguien. Y yo le respondí que sí. Se fue sin despedirse ni nada.
-¿Pero tú ves lo que él ha entendido?
-¿Crees que es posible que yo… le
guste?
-No lo creo, estoy segura- dijo
pintándome la nariz.
-¡Eh, no te pases!- Dije yo pintándola
el brazo.
Y así empezamos una guerra de pintura.
-Me acababa de duchar- dije yo.
-Pues ahora lo vuelves a hacer.
Cuando terminamos nos pusimos a comer,
luego Sabrina y yo nos duchamos y nos arreglamos el pelo, que fue lo único que
acabó sin pintura. Nos echamos espuma, lo cardamos, nos pusimos los accesorios
rojos y nos vestimos. Nos maquillamos un poco y ya estábamos perfectas.
-Vas a dejar a Andy impresionado. Ahora
solo tienes que hablar con él y explicárselo.
-Sí.
La casa de Sabrina se iba llenando de
gente, estaba casi todo el instituto. Miraba a casa uno de los invitados, pero
no le veía por ninguna parte, y el grupo de John ya había llegado.
-Tranquila, está al llegar- me dijo
Sandra.
-Ya ha llegado todo el grupo, pero él
no.
-Se habrá retrasado.
Y como si esas palabras se hicieran
realidad apareció él por la puerta. Tan guapo como siempre.
-Venga, ¿a qué esperas?
Impulsada por esas palabras fui andando
hasta él.
-Tengo que hablar contigo- dijimos los
dos a la vez, y ambos nos reímos.
-Ven por aquí- me dijo de repente
serio.
Yo le seguí. Me llevó hasta el jardín y
cerró la puerta para que no nos escucharan. Podría ser así, pero nos verían,
dada la enorme cristalera que había.
-Empiezo yo si no te importa- me dijo.
-En absoluto.
-Verás, le he estado dando vueltas al
asunto, dado que ayer no me comporté de la forma correcta, quería explicarme.
Yo… Se que es imposible que sientas lo mismo, pero yo… Lidia te quiero- me
quedé muda ante esto, ¿qué podría decir?- y bueno, si quieres a otro lo
respeto, seguiré siendo tu amigo, pero quería que bueno eso…Lo supieras- dijo
avergonzado.
-Bien, me toca a mí.
-¿No dices nada?
-No te dije quién me gustaba.
Acallé una pregunta y le besé, cogiendo
su rostro entre mis manos, asegurándome de que no se escapara. Él correspondió
a mi beso, besándome lentamente. Cuando no nos quedaba aliento nos separamos,
descubrimos que todos habían presenciado nuestra escena y yo me ruboricé.
-Así que, ¿quién te gusta soy yo?
-¿No ha quedado claro?
Él sonrió pero decidió decir algo más.
-Sabes que esto nos lo podríamos haber
dicho antes ¿no?
-Sí, pero cada cosa tiene su momento,
quizá si me lo hubieras preguntado el otro día en vez de salir corriendo te lo
hubiese dicho.
-Bueno, dicho esto… ¿Quieres ser mi
novia?
-Por supuesto que sí- respondí.
Me volvió a besar y entramos los dos
cogidos de la mano de nuevo a la fiesta.
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-¡Vamos dispersaros, como si no hubiera
ocurrido nada!- gritó Sabrina.
Me alejé de la ventana, iba a reunirme
con Emma cuando alguien se chocó conmigo y me tiró el vaso que llevaba encima.
-¡Imbécil!- Dije mientras miraba mi
camiseta empapada.- ¡Mira por dónde vas!
-Lo siento, pero es que veía tantas
curvas que era imposible no chocarme.
-¡Gilipollas!- Dije dándole un bofetón.
-Wow… Una chica con carácter, me gusta…
Entonces pasó alguien a mi lado con un
vaso de la mano, no lo dudé, se lo lancé en toda la cara.
-¡Qué pena! ¿Te he manchado? Lo siento
de verdad- dije pareciendo sentirme de verdad arrepentida.- ¡Ahora vas a tener
que venir conmigo a secarte!- dije mientras le arrastraba al baño.
Nos encerramos los dos allí y él se
quitó su chaqueta y su camiseta, que dejó al descubierto un cuerpo musculoso
con todos su abdominales.
-¿Te gusto eh?
-¿Pero qué dices?
-Pues que te has quedado embobada.
-Gilipollas…
-Blake para tu información.
-Se como te llamas.
-Pues yo no se como te llamas tú.
-Me llamo tu mayor problema- dije
quitándome la camiseta quedándome en sujetador. Entonces vi como me miraba.- No
me mires.
-¿Tú te puedes quedar mirándome pero yo
a ti no?
-Exactamente.
Fui a buscar el secador, lo enchufé y
me puse a secar la camiseta. Blake se tropezó con el cable y cayó encima de mí.
-Pues no se está mal aquí…
Nuestros rostros estaban a una
proximidad peligrosa. Él acercaba su rostro cada vez más al mío, y entonces nos
besamos de forma salvaje. Un beso intenso y duradero. Pero Andy abrió la puerta
en ese momento, encontrándonos semidesnudos y besándonos.
-Emm… Lo siento…- Dijo antes de cerrar
la puerta y salir riéndose.
Enseguida me
aparté, me puse la ropa casi mojada y salí de allí.
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PD: No se cuanto tiempo hace que no subo capítulo, creo que esta vez no ha llegado a los 3 meses, pero espero que la espera merezca la pena. Bueno, espero que os guste este capítulo en el que pasa lo que supongo que estabais esperando. No tengo mucho más que decir a parte de que me comentéis, que sepa que estáis ahí porque de verdad los comentarios me hacen feliz, y entre más va antes subo, pero bueno, supongo que si me da muco tweetlimit estas vacaciones subiré más a menudo, así que ya sabéis, comentar :D
