Sueños Cumplidos Capítulo 17

Capítulo 17- Preparaciones.

         Me despertó el sonido del despertador. Me apreté más contra la almohada, esperado que el sueño volviera a mi mente. Pero eso no iba a poder ser, estaba despierta, volvía a la realidad. Me preparé todo y salí para ir al instituto. Andy ya me estaba esperando, como de costumbre.

         -Hola- nos saludamos con un beso y fuimos agarrados de la mano.

         -¿Ya estás mejor?

         -Sí, creo que deberíamos ir al hospital hoy.

         -¿Sigues pensando que es tu culpa?

         -¿Qué voy a pensar sino?

         -Pues que ha sido mía, que prefería salvarte a ti.

         -Pero…-De peros nada, no te vas a sentir culpable.

         -Hola- nos saludó Sabrina desde lejos, tan apagada como siempre desde que la dejó John.

         -¡Felicidades!- dije abrazándola.

         -Gracias- me susurró.

         -No hay de qué. Anímate, ¡una no cumple diecisiete años todos los días!- y entonces comenzó a llorar.

         -Hoy cumplíamos un mes.

         -No merece la pena que llores por él.

         -¿Tú llorarías por Andy?- cerré los ojos recordando el dolor que me causó la sola idea de que lo dejáramos. Aquellas lágrimas derramadas por todo en general. Entonces sentí la mano de Andy apretar la mía.

         -Sí. Pero John es un capullo, solo se quería aprovechar de ti, como hacía con todas. No creo que te quisiese de verdad, y tú lo sabías.

         -Lo consiguió Lidia, ya soy otra más para su colección. Si hubiera sabido esto…

         -Lo sabías, te negabas a creerlo. Pero bueno, dejemos esto, ¡es tu cumpleaños!

         -Y que más da...

         -No, no da igual. Oye, ¿sabes algo de Brenda?

         -Sí, salió del hospital. Se ha roto una pierna y va en silla de ruedas, pero ha salido bien de esto.

         -Menos mal- suspiré aliviada.

         Llegamos al instituto, Sabrina se despidió y se fue a su clase.

         -Esta tarde tenemos que preparar todo lo de la fiesta.

         -Vente a mi casa y entre todos la preparamos.

         -Luego me voy a entretenerla y vais a su casa a prepararlo.

         -Vale.

         Entramos en clase, una de las pocas en la que íbamos juntos. Sacamos los libros y los dejamos en la mesa.

         Las clases del día se pasaron lentas y tranquilas. No vi a Brenda, así que la llamé para informarla de lo de la fiesta.

         -¿Diga?

         -¿Brenda? Soy Lidia.

         -Ah, hola Lidia.

         -¿Qué tal estás?

         -Bien, aunque tengo que estar un poco en reposo.

         -Sabes que hoy es el cumpleaños de Sabrina ¿no?

         -Sí.

         -Pues la vamos a preparar una fiesta en su casa. ¿Irás?

         -Claro, necesito algo para animarla. Yo llamo a la gente.

         -Vale, gracias Brenda.

         Después de comer, me alisé el pelo y me preparé para el cumpleaños. Me puse mis vaqueros cortos con medias, unas manoletinas blancas, una camiseta blanca con el hombro caído y una chaqueta gris. Cogí mi chaqueta de cuero y mi bolso y me fui a casa de Andy.

         -Hola preciosa- dijo besándome-. Ven, voy a darte algo para que no manches tu ropa.

         -¿Vamos a hacer algo que requiera mancharme?

         -Una tarta, yo que tú me pondría algo.

         -Entonces vale.

         Me llevó a su habitación y buscó en su armario algo. Cerró las puertas del armario y me tendió una camiseta-. Creo que te va a estar un poco grande.

         Me quité la chaqueta y el bolso y los dejé en su cama. Me puse la camiseta que me llegaba por debajo de mis vaqueros.

         -Solo un poco.

         -Bueno, vamos a preparar la tarda.

         -¿Y tu hermano?

         -Aquí, hinchando globos- dijo señalando al salón donde vi a Liam rodeado de globos-. Bueno, he sacado algunas cosas para la tarda, aunque no sé muy bien que hay que usar.

         -¿Y si hacemos una tarta de chocolate?- dije cogiendo una caja con un preparado para tarta.

         -Va a ser más fácil.

         -Vale, saca un bol o algo y la vamos preparando.

         Hicimos todo lo que las instrucciones nos pedían y la metimos al horno. Mientras pusimos chocolate al microondas para poner por encima de la tarta.

         -Me encanta el chocolate fundido- dijo acercándose a mí mientras esperábamos el tiempo necesario.

         -A mí de cualquier forma.

         -¿Sabes lo que me gusta más que el chocolate?

         -No, sorpréndeme.

         -Tú-dijo besándome con pasión.

         Pronto el microondas pitó y nos separamos para sacar el chocolate. Lo vertimos sobre la tarta que ya estaba lista y lo metimos en la nevera para que se enfriara. Dejé a Andy y a Liam con los globos y me fui a distraer a Sabrina. Llamé al timbre y entré.

         -¡Hola! ¿Qué tal vas cumpleañera?

         -Igual.

         -De eso nada. Ahora mismo vamos a salir a dar una vuelta.

         -Tú has estado con Andy ¿no?

         -Sí, ¿por?

         -Porque te has arreglado mucho. Siempre que sales con él lo haces. No tendrías que haber perdido el tiempo viniendo aquí.

         -No, no, de eso nada. Es tu cumpleaños, y como amiga que soy he venido a estar contigo. Así que ahora mismo te vas a poner bien guapa y a conquistar a alguien.

         -Seguro que te prefieren a ti.

         -Nadie se va a fijar en mí si te tengo al lado. Así que marchando.

         Abrí su armario y saqué un vestido negro con detalles en rosa. Saqué unas medias, una torera y unos tacones negros. Se cambió y yo saqué mi neceser de maquillaje del bolso. Distraídamente saqué también mi cartera y la dejé fuera. Maquillé a Sabrina y guardé el neceser.

         -Voy demasiado arreglada.

         -No, vas perfecta. Hoy yodos deben de saber que es tu día.

         Y acto seguido, salimos de casa. 

¡Hola lectores! Bueno, sé que ha pasado mucho tiempo pero, superando el calor que me está matando en estos momentos, he copiado el siguiente cap y aquí lo tenéis.

Espero que os guste aunque es un capítulo más de introducción al siguiente que vendrá.

Lectores de esta novela, quiero que os manifestéis con  un comentario o algo y yo os aviso cuando suba ¿oc? Además, si me comentáis me animo y yo subo antes, ya sabéis. So... COMENTARIOS por favor (podéis comentarme por mi twitter @DearWeirdMaria ya sabéis) 

Bueno, me despido hasta la próxima, espero no tener esto tan abandonado como de costumbre.

Sueños Cumplidos Capítulo 16-

Capítulo 16.- Confesándose.

         Pasé el resto de las clases del día preocupada. Tenía que evitar como fuera que eso ocurriera. Parte de esta preocupación era provocada por el aburrimiento. Sonó el timbre que indicaba el fin de las clases por hoy, recogí mis cosas y salí por la puerta. Para mi sorpresa, Andy ya me estaba esperando fuera.

         -Hola- le saludé.

         -Ya te echaba de menos. He tenido una idea.

         -¿Cuál?

         -Vas a venir a mi casa a comer.

         -Pero no he avisado a mi madre ni nada.

         -Pues ahora la llamas. Yo tampoco he avisado.

         -Pues vamos, salimos de aquí y la llamo.

         -Vamos a esperar a Sabrina, ¿no?

         Al recordarme eso, me acordé de mi sueño. Miré a la escalera y lo vi. Brenda estaba allí, bajando mientras hablaba con Sabrina y John iba detrás de ellas. Las miraba y se reía. Eché a correr para impedirlo, pero Andy me agarró por la cintura.

         -Como vayas también caerás tú- me susurró.

         -¿Qué? ¿Cómo…?- pregunté atónica.

         Y entonces, antes de que me diera tiempo a encajar las palabras de Andy, ese sueño que esperaba que no se cumpliera, sucedió. John empujó a Brenda por las escaleras y ella cayó rodando. Andy y yo bajamos corriendo.

         -¿Brenda?- pregunté mientras la agitaba, pero no reaccionaba.

         -Está inconsciente, tranquila va a salir de esta.

         Enseguida el instituto se llenó de ambulancias y gente. Se llevaron a Brenda en una camilla, pero ni Andy ni los médicos me dejaron subir en la ambulancia. Andy me llevó a su casa y me ofreció algo de comer, a pesar de lo tarde que se había hecho.

         -Come algo.

         -No tengo hambre…

         -Se va a recuperar- me dijo intentando consolarme.

         -No es por eso Andy.

         -¿Entonces?

         -Pues… Porque ha sido mi culpa todo esto- dije comenzado a llorar y Andy me abrazó dejando que me desahogara.

         -Tú no has tenido culpa de nada.

         -Sí, de todo. Querías que fuéramos sinceros, bien, pues yo no lo he sido. Te he estado ocultando algo. Pero ya me da igual lo que vayas a pensar, porque siento que si no te lo digo voy a sentirme más culpable. Yo… verás, todo lo que sueño se cumple, y… yo lo sabía Andy, sabía que esto pasaría y no he podido hacer nada- solté ya al fin.

         Ante mis palabras Andy se quedó atónito, con los ojos como platos.

         -¿Me estás hablando enserio?

         -Sí, sí no te lo crees lo comprendo, como si piensas que estoy loca. Pero yo ya te conocía desde antes de que vinieras aquí. Por eso no me parece que vayamos demasiado rápido, por eso no me ha hecho falta más tiempo para conocerte. Por eso te quiero.

         -Yo tampoco te he contado todo- dijo interrumpiéndome, pero yo le ignoré.

         -Solo me queda algo por decirte. Es que Andy, si seguimos juntos ¿qué más te puede pasar a ti? No quiero que te pase nada malo por mi culpa. Yo creo que deberíamos…

         -¿Cortar? No Lidia. Primero, tú no tienes la culpa de lo que le ha pasado a Brenda, y segundo, no me va a pasar nada y menos por tu culpa- dijo sujetando mi cara con las dos manos.

         -Pero…

         -Pero nada. Te he dicho que no he sido del todo sincero contigo. No me pareces raro, ni que estés loca, con esto solo me has dado una razón más para seguir junto a ti. A mí me pasa lo mismo, pero al revés. Mis sueños no se cumplen lidia, soñé contigo, que no se cumpliría, pero ¿sabes? Lo intenté, y aquí te tengo, no dejé que los sueños condicionaran mi vida. No hagas tú que ocurra eso. En toco caso, la culpa de esto es mía. Soñé que la de las escaleras eras tú, y lo impedí. Esa es la verdad.

         -Entonces…- le dije, asombrada por sus palabras.

         -Que te quiero, y que estaré junto a ti, no dejaré que no se cumplan mis sueños.

         Y dicho esto me besó. Yo pasaba mis manos por su pelo, y él fue descendiendo hasta mi cintura, haciéndome estremecer. Dejó mis labios y bajó por mi cuello, luego por mi hombro hasta mi mano.

         -Te quiero- le susurré.

         -Y yo, y nada ni nadie va a poder cambiar eso.

         Estuve un rato más entre sus brazos, calmándome.

         -¿Ya estás mejor?

         -Mucho mejor. Tenía que contártelo.

         -Yo también. Al parecer el destino quiere que no acabemos juntos.

         -Yo creo que solo lo que nosotros elijamos.

         -¿Y tú que eliges?

         -Estar a tu lado. ¿Y tú?

         -Igual- dijo besándome.

         -¿Qué hora es?

         -Las… ocho y media. Se ha hecho muy tarde.

         -Pero… Me tengo que ir a casa- dije incorporándome.

         -Quédate- dijo agarrándome del brazo.

         -No puedo, ya he faltado a la comida. Además, mi madre no sabe que tengo novio.

         -¿No pensabas decírselo?

         -Sí, pero no sabía como.

         -Pues perfecto. Te acompaño y se lo dices.

         -No hace falta.

         -Sí que hace, además, ahora me debes una noche- dijo poniéndose la chaqueta y saliendo por la puerta.

         -Enserio Andy, está aquí al lado.

         -Sí, yo no tengo nada que hacer y tú algo que decirle a tu madre.

         -Supongo que entonces pasas- dije en la puerta de casa.

         -Supones bien.

         Abrí la puerta y pasamos. Mi madre estaba en el sofá esperándome.

         -Mamá perdón por llegar tan tarde, pero hubo un accidente y luego fui a casa de Andy…- dije entrando en el salón con Andy de la mano.

         -¿Andy?- dijo levantando la mirada.

         -Soy yo.

         -Es… mi novio.

         -¿Tenías novio y no me lo habías dicho antes?

         -Hace que salimos tres días, no he tenido mucho tiempo.

         -Bueno, pues encantada Andy. Si quieres quedarte a cenar…

         -No quiero ser un estorbo.

         -Para nada.

         -Pues entonces…

         -Te quedas.

         Cenamos tranquilamente y luego Andy dijo que se iba porque se había hecho muy tarde.

         -Bueno, creo que me debes algo.

         -Sí- admití sonrojada.

         -No ha sido tan malo ¿no?

         -No. Bueno, vas a llegar tarde, mañana nos vemos.

         Nos despedimos con un ligero beso y yo me fui a la cama.

¡Hola lectores! Bueno, sé que ha pasado bastante tiempo desde que subí el útlimo capítulo pero espero que os guste este capítulo y haya merecido la pena. Voy a intentar subir más regularmete de esta historia y compaginarlo con  el fic, porque la verdad es que últimamente le dedico más tiempo a esto último. Bueno, ya sabéis COMENTARIOS, que me animan, para saber que estáis ahí y si me leéis y queréis que os avise cuando suba capítulo avisarme en mi twitter @DearWeirdMaria y yo os aviso encantada.