Capítulo
16.- Confesándose.

Pasé el resto de las clases del día
preocupada. Tenía que evitar como fuera que eso ocurriera. Parte de esta
preocupación era provocada por el aburrimiento. Sonó el timbre que indicaba el
fin de las clases por hoy, recogí mis cosas y salí por la puerta. Para mi
sorpresa, Andy ya me estaba esperando fuera.
-Hola- le saludé.
-Ya te echaba de menos. He tenido una
idea.
-¿Cuál?
-Vas a venir a mi casa a comer.
-Pero no he avisado a mi madre ni nada.
-Pues ahora la llamas. Yo tampoco he
avisado.
-Pues vamos, salimos de aquí y la
llamo.
-Vamos a esperar a Sabrina, ¿no?
Al recordarme eso, me acordé de mi
sueño. Miré a la escalera y lo vi. Brenda estaba allí, bajando mientras hablaba
con Sabrina y John iba detrás de ellas. Las miraba y se reía. Eché a correr
para impedirlo, pero Andy me agarró por la cintura.
-Como vayas también caerás tú- me
susurró.
-¿Qué? ¿Cómo…?- pregunté atónica.
Y entonces, antes de que me diera
tiempo a encajar las palabras de Andy, ese sueño que esperaba que no se
cumpliera, sucedió. John empujó a Brenda por las escaleras y ella cayó rodando.
Andy y yo bajamos corriendo.
-¿Brenda?- pregunté mientras la
agitaba, pero no reaccionaba.
-Está inconsciente, tranquila va a
salir de esta.
Enseguida el instituto se llenó de
ambulancias y gente. Se llevaron a Brenda en una camilla, pero ni Andy ni los
médicos me dejaron subir en la ambulancia. Andy me llevó a su casa y me ofreció
algo de comer, a pesar de lo tarde que se había hecho.
-Come algo.
-No tengo hambre…
-Se va a recuperar- me dijo intentando
consolarme.
-No es por eso Andy.
-¿Entonces?
-Pues… Porque ha sido mi culpa todo
esto- dije comenzado a llorar y Andy me abrazó dejando que me desahogara.
-Tú no has tenido culpa de nada.
-Sí, de todo. Querías que fuéramos
sinceros, bien, pues yo no lo he sido. Te he estado ocultando algo. Pero ya me
da igual lo que vayas a pensar, porque siento que si no te lo digo voy a
sentirme más culpable. Yo… verás, todo lo que sueño se cumple, y… yo lo sabía
Andy, sabía que esto pasaría y no he podido hacer nada- solté ya al fin.
Ante mis palabras Andy se quedó
atónito, con los ojos como platos.
-¿Me estás hablando enserio?
-Sí, sí no te lo crees lo comprendo,
como si piensas que estoy loca. Pero yo ya te conocía desde antes de que
vinieras aquí. Por eso no me parece que vayamos demasiado rápido, por eso no me
ha hecho falta más tiempo para conocerte. Por eso te quiero.
-Yo tampoco te he contado todo- dijo
interrumpiéndome, pero yo le ignoré.
-Solo me queda algo por decirte. Es que
Andy, si seguimos juntos ¿qué más te puede pasar a ti? No quiero que te pase
nada malo por mi culpa. Yo creo que deberíamos…
-¿Cortar? No Lidia. Primero, tú no
tienes la culpa de lo que le ha pasado a Brenda, y segundo, no me va a pasar nada
y menos por tu culpa- dijo sujetando mi cara con las dos manos.
-Pero…
-Pero nada. Te he dicho que no he sido
del todo sincero contigo. No me pareces raro, ni que estés loca, con esto solo
me has dado una razón más para seguir junto a ti. A mí me pasa lo mismo, pero
al revés. Mis sueños no se cumplen lidia, soñé contigo, que no se cumpliría,
pero ¿sabes? Lo intenté, y aquí te tengo, no dejé que los sueños condicionaran
mi vida. No hagas tú que ocurra eso. En toco caso, la culpa de esto es mía.
Soñé que la de las escaleras eras tú, y lo impedí. Esa es la verdad.
-Entonces…- le dije, asombrada por sus
palabras.
-Que te quiero, y que estaré junto a
ti, no dejaré que no se cumplan mis sueños.
Y dicho esto me besó. Yo pasaba mis
manos por su pelo, y él fue descendiendo hasta mi cintura, haciéndome
estremecer. Dejó mis labios y bajó por mi cuello, luego por mi hombro hasta mi
mano.
-Te quiero- le susurré.
-Y yo, y nada ni nadie va a poder
cambiar eso.
Estuve un rato más entre sus brazos,
calmándome.
-¿Ya estás mejor?
-Mucho mejor. Tenía que contártelo.
-Yo también. Al parecer el destino
quiere que no acabemos juntos.
-Yo creo que solo lo que nosotros
elijamos.
-¿Y tú que eliges?
-Estar a tu lado. ¿Y tú?
-Igual- dijo besándome.
-¿Qué hora es?
-Las… ocho y media. Se ha hecho muy
tarde.
-Pero… Me tengo que ir a casa- dije
incorporándome.
-Quédate- dijo agarrándome del brazo.
-No puedo, ya he faltado a la comida.
Además, mi madre no sabe que tengo novio.
-¿No pensabas decírselo?
-Sí, pero no sabía como.
-Pues perfecto. Te acompaño y se lo
dices.
-No hace falta.
-Sí que hace, además, ahora me debes
una noche- dijo poniéndose la chaqueta y saliendo por la puerta.
-Enserio Andy, está aquí al lado.
-Sí, yo no tengo nada que hacer y tú
algo que decirle a tu madre.
-Supongo que entonces pasas- dije en la
puerta de casa.
-Supones bien.
Abrí la puerta y pasamos. Mi madre
estaba en el sofá esperándome.
-Mamá perdón por llegar tan tarde, pero
hubo un accidente y luego fui a casa de Andy…- dije entrando en el salón con
Andy de la mano.
-¿Andy?- dijo levantando la mirada.
-Soy yo.
-Es… mi novio.
-¿Tenías novio y no me lo habías dicho
antes?
-Hace que salimos tres días, no he
tenido mucho tiempo.
-Bueno, pues encantada Andy. Si quieres
quedarte a cenar…
-No quiero ser un estorbo.
-Para nada.
-Pues entonces…
-Te quedas.
Cenamos tranquilamente y luego Andy
dijo que se iba porque se había hecho muy tarde.
-Bueno, creo que me debes algo.
-Sí- admití sonrojada.
-No ha sido tan malo ¿no?
-No. Bueno, vas a llegar tarde, mañana
nos vemos.
Nos despedimos con un ligero beso y yo
me fui a la cama.
¡Hola lectores! Bueno, sé que ha pasado bastante tiempo desde que subí el útlimo capítulo pero espero que os guste este capítulo y haya merecido la pena. Voy a intentar subir más regularmete de esta historia y compaginarlo con el fic, porque la verdad es que últimamente le dedico más tiempo a esto último. Bueno, ya sabéis COMENTARIOS, que me animan, para saber que estáis ahí y si me leéis y queréis que os avise cuando suba capítulo avisarme en mi twitter @DearWeirdMaria y yo os aviso encantada.

Creo que bastan dos palabras:
ResponderEliminarME - ENCANTA
Jajaj me alegro de que te guste tanto :D
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