Sueños Cumplidos Capítulo 18.

Capítulo 18.- Sorpresa.

-Bueno, ¿dónde vamos?

-A un Starbucks, voy a invitarte a un chocolate caliente como a ti te gusta- dije cogiendo el móvil y llamando a Andy.

-¿A quién llamas?

-A Andy, le dije que le llamaría.

-¿Ya está listo?- preguntó nada más coger el móvil.

-Sí, estoy con Sabrina. ¿Y tú?

-Todo listo, vamos para allí. En cuanto esté te mando un mensaje.

-Vale. Por cierto, llama a Blake para lo del trabajo. Te quiero.

-Lo haré. Yo también te quiero- dijo antes de colgar.

-Se nota que os queréis- dijo Sabrina.

-Sí. Anoche tuve un sueño, lo hacía con él. Pero por mucho que quiera que se cumpla no me veo capaz. No estoy preparada.

-¿Y estás preocupada por eso?

-Un poco. Porque sé que él también quiere.

-Si de verdad te quiere, esperará todo lo que haga falta y no le importará. Y cuando tú estés preparada, lánzate.

-¿Tú crees que esperará?

-Estoy segura de que sí. No te preocupes.

Tras un rato caminando recibí el mensaje de Andy. Pasamos a una tienda de chuches que había de camino con la excusa de comprar gominolas. Busqué en mi bolso para ver el dinero que tenía.

-Mierda, me he dejado el monedero en tu casa.

-No pasa nada, pago yo.

-De eso nada, es tu cumpleaños, así que vamos a volver, cojo el dinero y te invito.

-¿A volver?

-Sí- dije arrastrándola a la calle.

En un rato estuvimos en su casa. Abrió la puerta con las llaves y todo el mundo comenzó a gritar.

-¡Sorpresa!

Sabrina se quedó pasmada. Había una pancarta enorme en la que ponía “felicidades Sabrina” y todo estaba lleno de globos. Estaban todos, incluso Brenda en su silla de ruedas, que llevaba desde el accidente de las escaleras. Solo faltaba uno, el que más daño la podía hacer. Busqué a Andy con la mirada y corrí a su encuentro.

-Te las has apañado bien sin mí- dije enroscándome en su cuello.

-¿Qué esperabas? Aunque parezca que te necesito para todo no es verdad.

-¿Ah no?

-Bueno vale, un poco sí, la parte en la que te necesito- dijo besándome ligeramente.

-Eso está mejor.

-Bueno, parece que mi hermano y Sabrina se llevan muy bien- dijo señalándolos con la mirada.

Ambos estaban hablando, sonriendo. Sabrina también sonreía, desde lo de John no lo había vuelto a hacer.

-Parece que tu hermano le ha devuelto la sonrisa.

-¿Cómo yo te la devuelvo a ti?

-Un poco menos.

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Iba dándome impulso con las manos en la silla de ruedas. Menuda mierda. Todavía no sabía quién había sido el que me tiró por las escaleras, pero odiaba sentirme inútil y no poder hacer nada. De repente noté que la silla iba más rápido de lo que yo la impulsaba. Miré hacia atrás, era Blake.

-¿Otra vez tú?

-Si señorita”soy tú mayor problema”.

-¿Te crees gracioso?

-Me dijiste que te llamabas así.

-Ingenuo…

-Estaba de broma. No es que me crea gracioso, es que lo soy.

-Más quisieras. Ahora, suéltame, puedo moverme sola.

-¿Segura? Mira que esto tiene mangos, está hecho para que te lleven.

-Pero yo puedo sola. No me gusta sentirme inútil.

-Pues entonces mala suerte. Te voy a llevar a dar una vuelta. Y no vas a poder hacer nada, a no ser que quieras salir corriendo…

-¡Já, já! Que gracioso, ¿intentas compensar haberme empujado?

-Infórmate antes de juzgar. Yo no he sido.

-¿Entonces quién?

-No creo que deba decírtelo.

-Pues nada, si no me lo vas a decir ya se lo preguntaré a otro.

-Otro no te dará los motivos.

-Pues entonces te preguntaré a ti.

-Tampoco te lo voy a poder decir.

-Pues si no me lo vas a contar, ¿para qué lo dices?

-Solo te informo.

-Ah claro… Me tiran por las escaleras y tú sabes quién es pero no me lo quieres contar.

-Exacto. Además, creo que tú y yo tenemos algo de lo que hablar- dijo parando la silla de ruedas y poniéndose delante de mí en cuclillas.

-¿Sobre qué?

-Pues… Sobre nuestro primer encuentro, ya sabes…- dijo acercándose a mí.

-No entiendo qué importancia le ves a eso.

-Tú sabes tan bien como yo que eso fue algo. Un impulso o algo para que acabemos juntos.

-Querrás decir que me acueste contigo una noche y a la mañana siguiente te olvides de mí y solo sea otra más con la que te acostaste. Lo siento Blake, pero yo no soy así- dije cogiendo la silla de ruedas y moviéndola a otro lado.

-Yo no soy de esos dijo alcanzándome, no era difícil.

-Eres igual que el resto, no puedes ni negarlo ni demostrar que no sea así. Hubieras dejado pasar el asunto del otro día de no ser por lo que querías.

-Que te haya dicho eso no garantiza que te vaya a llevar a la cama.

-Exacto. Con otras te podía haber funcionado, pero conmigo no.

-¿Puedes parar de hablarme de esa forma?

-¿Cómo quieres que te hable entonces?

-Como una persona normal.

-¿Sabes el problema? Que yo no soy normal.

Él se quedó parado y yo seguí moviéndome impulsada con mis brazos a alguna otra parte

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La fiesta tocaba a su fin. La mayoría de la gente ya se había ido. Solo quedábamos Sabrina, Andy, Liam y yo.

-¿Te gustó la sorpresa?- le pregunté a Sabrina.

-Muchísimo. Gracias por hacer esto por mí- dijo abrazándome-. Y bueno, a vosotros por ayudar.

-Y dejarnos los pulmones- añadió Andy.

-No seas quejica- le dije dándole un pequeño golpe.

-Bueno chicos, yo creo que ya me voy- dijo Liam.

-Espera, que vamos contigo- dijo su hermano.

-Qué casualidad lo del accidente- dijo Sabrina.

Andy y yo nos miramos. Lo nuestro no era casualidad, era el destino. Tras esto nos despedimos de Sabrina y nos fuimos cada uno a nuestra casa.

¡Hola bloggeros! Siento tardar tanto, lo de siempre, estoy muy ocupada con el instituto y que bueno, también subo muchos capítulos del fic. 

Los pocos lectores que tenga, gracias por seguir ahí, que sepáis que no voy a dejar la historia a pesar de que suba poco, es por el tiempo, ya sabéis, últimamente no tengo tiempo ni para una triste entrada.

¡QUIERO COMENTARIOS! Son gratis, y las críticas siempre son buenas, me ayudan a mejorar, y además, así me doy cuenta de los que verdaderamente me leeís, me gustaría saberlo. Podéis avisarme por twitter o por aquí y yo os avisaré cada vez que suba capítulo o haga una entrada por twitter (soy @DearWeirdMaria )

Hasta la próxima entrada bloggeros, sed felices.