Dylan se alejó de mí y entonces le vi correr de una forma casi inhumana, apenas perceptible. De inmediato yo eché a correr detrás de él de la misma forma, igual de imperceptible, todo a mí alrededor era un borrón que poco a poco fue recuperando claridad. Me costó un segundo escaso alcanzarle, ¿como lo había logrado? Dylan al ver que le había alcanzado abrió unos ojos como platos me cogió del brazo y me llevó corriendo. No sabía que dirección estaba tomando a causa de la velocidad, pero una vez que nos fuimos acercando, y aminorando al velocidad, me dí cuenta de que se estaba acercando a mi casa. Abrió la puerta de golpe y una vez nos metimos dentro, cerró con llave.
-¿Cómo…?-No acabó la pregunta, seguramente no encontraba las palabras adecuadas, pero le comprendí.
-No lo se, esperaba que me lo explicases tú.
-Vale Allison, vamos a aclararnos, me has perseguido sólo para ver si tu teoría de lo que era yo era cierta, ¿que crees que soy?- Había dado en el calvo, pero ¿a que venía dejarme decírselo?
-Eres…eres un… ¿vampiro?- cerró los ojos y asintió, al parecer había dado en el clavo, se suponía que tenía que sentir miedo al estar tan cerca de alguien que me podía matar de un momento a otro, pero se me hacía imposible sentirlo aun teniéndolo al lado y sabiendo la verdad.
-Mira eres la única que lo sabe, así que por favor por tú seguridad y por la mía no cuentes nada de esto a nadie ¿me harás del favor?
-A cambio de algo
-¿A cambio de que?
-Bueno ya que se tu secreto, imagino que podrás explicarme lo que pasa y todo lo que sepas ¿no?
-Eso puedo hacerlo, pero… no se tantas cosas como crees que se.
-¿Qué sabes de lo que le pasa a Zoe?
-No lo se, pero ella tiene pinta de saber más cosas que yo, ¿y el collar?- preguntó al darse cuenta de que no lo llevaba puesto.
-Lo tiene Annie, se rompió el enganche al salir detrás de ti.- De repente oí que alguien abría la puerta.
-¡Son mis padres! ¡Escóndete!
Bajé rápido, no lo suficiente como para alcanzar de nuevo a Dylan, si no a una velocidad más moderada. Fui a recibirlos, llevaban más de una semana de viaje y justo decidían volver el día en que había un vampiro en casa, por suerte esta noche se irían otra vez, viajaban constantemente por motivos de trabajo.
-¡Papá, mamá!
-¡Allison, hija!- Mi madre me abrazó.
-Os echaba de menos- esto era cierto en parte, puesto que ya estaba acostumbrada a no verlos casi nunca.
- Y nosotros a ti hija, pero nos marchamos dentro de 1 hora.
- Está bien- le dije con cierto alivio, no me apetecía que se quedaran mucho más tiempo.
-Bueno me voy a acabar…los deberes- Subí a mi habitación, cerré la puerta y allí estaba Dylan.
-Bueno ya que mis padres están que no los matases el tiempo que se quedan.-Soltó una risita que no me esperaba.
-Allison, yo no me alimento de... humanos, bebo sangre de animales, es lo que me permite pasar desapercibido.
-Es bueno saberlo, ¿tienes alguna idea de lo que me a pasado antes?
-No, tengo que investigarlo, puede que el collar sea la causa.
-Mañana busco a Annie, la pedí que lo guardara. Tengo curiosidad, ¿cómo sales a la luz del sol?
-Mi reloj lleva una cápsula, tu collar lleva una igual, pero en los vampiros tiene un efecto diferente a nosotros nos impide que nos quememos, haciéndonos prácticamente indestructibles, no muchos lo poseen.
En una hora mis padres se fueron y Dylan se fue antes de que yo cenara. Tenía tiempo para pensar así que me tumbé en la cama pero estaba muy cansada y me dormí enseguida. A la mañana siguiente me fui al instituto y tuve la suerte de encontrarme con Annie por el camino.
-¡Annie!
-¡Hola Allison!
-¿Tienes el collar?
-Aquí no lo tengo, lo llevé a mi casa para repararlo, vente después del instituto a recogerlo ¿vale?
- Vale.
El resto del camino fue silencioso, cuando llegamos Dylan se acercó a mi y Annie se quedó con la boca abierta, no la hacían falta más pistas para pensar que estábamos saliendo, aunque no fuera así. Le dije a Dylan en una voz que no podría oír nadie más que después de clase iría a por el collar a casa de Annie. Entramos los tres en clase de Biología y yo me senté al lado de Emily, mi sitio habitual. Emily también presenció como Dylan se acercaba a mi y me estuvo preguntando sobre el toda la clase, seguían obsesionadas con el, seguramente si descubrieran lo que él era en realidad posiblemente la cosa cambiaría. De repente, en lo que dura un segundo Emily se cortó con un papel y yo, al oler la sangre sentía que quería beberla. Dylan lo vio todo y se acercó a mí en el momento en que sonó el timbre.
-Finge estar desmayada-me susurró y yo le hice caso, cerré los ojos y me dejé caer. Sentí que unos brazos me agarraban y me sacaban de la clase, nada más salir esa sensación se pasó y Dylan empezó ha hablar con al secretaria para poder llevarme a casa mientras yo seguía fingiendo. Cuando salimos abrí los ojos.
- Déjame ponerme en pie- exigí.
-Iremos más rápido si te llevo yo, recuerda, velocidad de vampiro.- esbozó una sonrisa que me hizo rendirme sin recordarle que podía alcanzar la misma velocidad.
- Está bien.
En menos de 2 minutos ya estábamos en mi casa y Dylan me volvió a dejar sobre mis pies.
-¿Qué… que a pasado?
- No estoy seguro, esto no es normal, de momento es mejor que te quedes aquí, yo me quedaré para que no hieras a nadie.
-Está bien- en ese momento llamaron a la puerta.
- Voy a abrir- fui a la puerta y allí estaba Margot.
-¡Margot!- Me abracé a ella, y ella me devolvió el abrazo pero a los pocos minutos se alejó de mi- ¿Qué haces aquí?
-Es difícil de explicar, Allison tengo que hablar contigo, a solas.
Un poco a lo crepúsculo, ¿no crees?
ResponderEliminarSii, muy cierto! Plagio!
ResponderEliminar