jueves, 23 de diciembre de 2010

Elección Capítulo 24

Recuperé la consciencia al cabo de un tiempo, no se bien cuanto. Estaba aturdida, abrí los ojos y escaneé la habitación en la que estaba, pero no la reconocía. Empecé a recordar lo que había pasado antes, pero no me encajaba estar encima de una cama cuando casi nos matan. Me incorporé, y descubrí una cama a mi lado. Sobre ella estaba Iker mirando al techo.
-¿Iker? ¿Qué hacemos aquí?- le pregunté.
-Shhhhhhh. Habla más bajito o nos descubrirán.
-¿De que hablas?- le dije en el tono más bajo que pude.
-Acabo de despertar hace un rato, e intentado escuchar, pero no se que pasa hay fuera, al parecer hay más habitaciones con más gente. Y yo que tú guardaría todo lo que no quieras que te quiten debajo de la cama.
-¿Por qué?
-Tú solo hazme caso.- Y así hice, en este asunto no estaba para pararme a pensar en que hacer y no. Guardé la pulsera que me regaló Dylan, y el colgante de las chicas, pero me dejé puesto el colgante que me dio Zoe el año pasado.
-¿Por qué crees que estamos aquí?- le pregunté.
-No tengo más idea que tú, estaba intentando defenderme del tío ese grande cuando llegó uno y me agarró el cuello por la espalda, en cuestión de segundos perdí el conocimiento y me e despertado aquí. No creo que sea muy diferente a lo que te ha pasado a ti. Desde entonces estoy intentando escuchar lo que pasa hay fuera, pero no dan ninguna pista.- intente ver a lo que se refería, pero yo no escuchaba nada. De repente Iker se puso tenso, y uno de los hombres que me había agarrado antes entró por la puerta.
-El jefe quiere veros, si no vais por las buenas iréis por las malas.
Sabíamos lo que significaba “ir por las malas” así que seguimos al hombre hasta una sala muy grande con un montón de gente. Nos paramos y el hombre se dio la vuelta, posando cada una de sus manos en uno de nosotros. En ese momento divisé a Dylan, agarrado del brazo por otro hombre. Quería ir hacia a él, pero supe que era mejor estar donde estaba. Mire al frente, y junto a Diego, había un hombre más viejo que cualquiera que estuviera en esa sala, que fue el que empezó ha hablar.
-Bueno, estamos aquí todos reunidos, aparte de para hacer el recuento de todos los días, para daros a conocer a las nuevas incorporaciones de este año.- dijo señalando con la mirada a los que estábamos al fondo, más alejados del resto.-Espero que seáis comprensivos con ellos, dado que no quieren estar aquí hacerles su estancia lo mejor posible.- todos estuvieron un rato en silencio, hasta que el hombre volvió ha hablar.- Os podéis marchar todos excepto vosotros.- dijo otra vez señalándonos con la mirada. Era imposible escapar de esta mirada, que parecía poder calvarte en el sitio.
La sala se fue vaciando hasta que solo quedamos nosotros. Se respiraba tensión en aquel ambiente, ninguno de nosotros sabía lo que nos podía pasar ahora, solo que ellos eran más fuertes, y por lo tanto, inútil huir sin ni siquiera saber donde estábamos.
-Desconocéis muchas cosas en esta vida, cosas que aquí os mostraremos. No penséis que esto es una cárcel, porque estáis aquí por vuestro bien, y con el paso del tiempo lo descubriréis. Os instalareis en las habitaciones del piso de arriba, se asignará una habitación compartida según lo que seáis. En algunas habrá más y en otras menos gente, pero al final os acostumbrareis a convivir entre iguales.- todos nos quedamos impresionados ante esa frase, ¿qué quería decir? Pero el hombre prosiguió, sabiendo que nadie le interrumpiría.- Por las mañanas daréis clases para conocer mejor a lo que os enfrentáis. Luego tendréis un par de horas libres por la tarde. Y bueno… esto es casi todo, solo me falta algo… Diego, ya sabes lo que tienes que hacer.
En ese momento Diego clavó la mirada en nosotros, empecé a notar como algo me presionaba la muñeca, pero en realidad no había nada. Cuando la presión cesó, apareció un brazalete plateado. Seguramente en mi cabeza se formulaba la misma pregunta que en la del resto, ¿cómo había aparecido allí? Volví a mirar a mí alrededor, pero Zoe y Alan no parecían sorprendidos. Cuando todos tuvimos los brazaletes, el hombre salió de la habitación. Sentí un alivio al no tenerlo allí conmigo, pero sabía que el peligro no había acabado aún. Pero Diego empezó ha hablar en su lugar.
-No penséis que vais a poder huir de aquí sin más, una vez estéis metidos en esto, no podréis salir. Os explico la distribución de las habitaciones. Según subáis las escaleras, habrá dos pasillos, derecha e izquierda. A la derecha iréis las brujas a la primera puerta. A la segunda los magos y a la tercera licántropos, metamorfos y todos los que seáis algo por el estilo. A la izquierda, primera puerta vampiros, segunda puerta semi-vampiros y última puerta inmortales. El resto a la puerta grande que separa las dos zonas. ¿Queda claro no? Imagino que todos sabréis donde tenéis que ir. Queda añadir que no os podéis quitar ese brazalete porque es imposible.
Hizo una pausa y nos miró a todos y cada uno de nosotros. No esperaba que todos mis amigos fueran algo más que humanos, y ese simple hecho me impresionó. Pero parecía que no éramos los únicos aquí. Fui la última a la que Diego clavó su mirada, inmediatamente miró el collar que me regaló Zoe.
-Dame el collar.- me replicó.
-No.- dije firmemente mientras que agarraba el collar con toda la fuerza que podía.
-Perfecto.- esa palabra me causó verdadero miedo, sobretodo cuando vi que iba hacia Annie, la agarraba del brazo y volvía a donde estaba antes con ella.- Ya te lo quité una vez, la única diferencia entre esa vez y ahora es el brazalete, así que me lo das o muere. Ella todavía es humana, se les debió de colar entre todos vosotros.- De repente apareció un cuchillo entre sus manos, y vi sus intenciones, así que me rendí, me quité el collar y se lo tendí.
-Buena chica. Pero eso no soluciona nada, tiene que morir.- Entonces clavó el cuchillo justo en el corazón de Annie, que cayó al suelo inconsciente. Pero Diego se fue, dejando a Annie allí tirada. Yo fui corriendo hacia ella y me tiré al suelo con ella. La quité el cuchillo, e intente tapar la herida con la mano, pero no dejaba de salir sangre. Todos se sentaron en el suelo a nuestro alrededor e intentaron ayudar en todo lo que pudieron.
-Dylan, no hace falta que sufras, vete está sangrando mucho.
-Puedo aguantarlo.- pero en su cara se veía el verdadero esfuerzo que le costaba estar allí. Emily estaba incluso peor que él, pero estaba allí porque ella era su amiga, si eran sus últimos momentos quería estar con ella.
-Por favor Dylan, tú a lo mejor puedes aguantarlo, pero Emily no, llévatela de aquí.
-No, yo quiero quedarme.
-Se lo que te cuesta, no quiero veros sufrir, haremos algo, seguro que podemos.
-¿Y a ti?- me preguntó Dylan preocupado- Ya no llevas el collar.
-Lo se, pero no es del todo inmediato. Todavía puedo aguantar, pero por favor iros.- Me miró y luego miró a Emily, la cogió del brazo y se fueron a su habitación.
-Voy a intentar algo.- dijo Zoe. Cerró los ojos y puso sus manos sobre la herida. La sangre se fue eliminando y los bordes de la herida se fueron cerrando.
-Eres…- pero no pude acabar la frase.
-Una bruja, si- dijo con esfuerzo en la voz.
Pero antes de que la herida estuviera cerrada del todo Zoe dejó caer las manos por el agotamiento.
-No puedo hacer nada más, estoy muy débil.- dijo agotada.
-Lo intentaré yo.-dijo Alan acercándose más a Annie. Sacó una varita de su bolsillo, formuló algo que nadie entendió y fue posando la varita sobre la herida. La herida esta vez se fue cerrando con mayor rapidez y precisión, pero una vez que estuvo curada, Annie seguía sin reaccionar. Le intentaron tomar el pulso, pero no tenía. La toqué y ya estaba fría como el hielo.
-A muerto, perdió demasiada sangre, no llegamos a tiempo.- dijo Alan. Todos empezamos a llorar ante esas palabras que no parecían ser ciertas. Nos negábamos a creer que la hubieran matado sin motivos, que ahora estuviera muerta. Habíamos hecho todo lo que habíamos podido, pero no pareció ser suficiente.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Elección Capítulo 23

-¡Felicidades!-dijeron todos. Las chicas vinieron hacía a mi a abrazarme.
-Te echábamos de menos Allison.
-Y yo a vosotras…No sabéis cuánto.
Habían puesto música y cada uno empezó ha hablar por su cuenta, de tal manera de que cuando las chicas supieron que nadie nos estaría escuchando (que ellas supieran), empezaron con el interrogatorio. Antes, me sacaba de quicio esa parte, ahora la echaba tanto de menos que no me iba a quejar.
-Que calladito te lo tenías.-dijo Annie.
-¿Qué me tenía calladito?
-Pues tía ¿que va a ser? Lo tuyo con Dylan, ya me gustaría estar a mí en tu lugar.
-Haber, todas las chicas nos quedamos pasmadas el primer día al verle, y tu no, ¿y con quien se queda? Contigo.- respondió Emily.
-Bueno, no las hagas caso, que nos alegramos mucho por vosotros. Estaba visto que ibais a acabar juntos.- dijo Zoe.
-No, podría haber acabado conmigo perfectamente, seguro que seríamos una pareja estupenda.- comentó Annie. Todas reímos ante su comentario. Annie no se rendía fácilmente, cuando quería algo normalmente lo conseguía, pero para ella la amistad estaba por encima de eso, aunque no significaba que fuera a perder la esperanza.
-A lo mejor todavía no es tarde, quién sabe…-dije yo. Pero justo en ese momento apareció Dylan detrás de mí y me agarró la cintura.
-Creo que si que es tarde, no creo que haga falta que te lo vuelva a explicar.
-No estaría mal…
-Dejar los momentos románticos para vuestra intimidad, que Annie se pone celosa.
-¿Yo? Que va.- Dijo con tono de enfado, por el que todos nos reímos.
-Bueno parejita os dejamos, vamos a felicitar a tu hermana.
Pero no nos quedamos solos por mucho más tiempo.
-¡Felicidades!- dijo Alan abrazándome. Pero Dylan seguía a mi lado, y yo sabía que no le hacía mucha gracia, así que me aparte cuidando de no apartarme lo suficientemente pronto para herir los sentimientos de Alan.
-Gracias. Bueno, creo que no os e presentado todavía… Dylan, este es Alan, Alan este es Dylan, mi novio.
-Encantado.- dijo Dylan tendiéndole la mano. Este se la estrechó fuertemente, pero su cara cambió, ya no estaba tan alegre como antes.
-Lo mismo digo. Bueno Allison voy a ver si ayudo a Olivia. Adiós.
-Adiós…
-No ha ido tan mal…-susurré cuando se hubo alejado- No esperaba que montases un numerito ni nada por el estilo, pero se que no te cae bien.
-Allison, no le conozco, por eso no se si me cae bien o no, parece un buen chico de hecho, simplemente me pongo celoso, no voy a decir sin motivos porque esto… te besó, pero eso no puedo remediarlo ahora. Pero bueno, dejemos de hablar de esto, que es tu cumpleaños, y toca daros los regalos.-dijo conduciéndome a la mesa donde también estaba sentada Margot.
-No hacía falta…
-¿Qué es un cumpleaños sin regalos?
Me senté en la silla que había al lado de Margot y todos se fueron a por sus regalos.
-¿Qué tal te lo estás pasando?- me preguntó Margot.
-Bien ¿y tú?
-Bien también. Me e enterado de lo del encuentro entre Dylan y Alan… Sabías que tenía que pasar.
-Sí, al fin y al cabo no a sido tan malo.
-¡Primero los nuestros!-gritaron Olivia, Elisabeth, Nicole, Alan e Iker, interrumpiendonos, cargando con unos paquetes que eran casi igual de altos que ellos.-Me parece que esto no vamos a poder subíroslo a la mesa.
Nos levantamos y abrimos los paquetes gigantes. El mío era un oso panda gigante, y el de Margot un pingüino del mismo tamaño.
-¡Me encanta!-gritamos las dos a la vez.
-Ahora nos toca a nosotras- dijeron Zoe, Emily y Annie.- Abrimos los paquetes y en ambos había un collar con un corazón que se podía abrir. Lo abrimos y encontramos una foto de todos nuestros amigos.
-Es precioso.- susurré. Después de sacarlo de la cajita nos lo pusieron.
-Bueno creo que ya nos toca a nosotros.- dijeron Dylan y Marcos tendiéndonos una caja pequeñita a cada una.
-Te dije que o hacía falta que te gastases nada.- le dije a Dylan
-Y yo te dije que si que hacía falta.- Abrí el paquete y dentó había una pulsera de plata preciosa en la que ponía “Te quiero, no lo olvides”.
-Es… es preciosa, me encanta. No quiero que tampoco tú lo olvides.
-No lo haré.- Y me besó delante de todo el mundo. Lo que no sabíamos hasta que nos separamos fue que Margot y Marcos también tuvieron su escena sentimental delante de todos.
-Bueno, ¡ahora hay que soplar las velas!- dijo Olivia con ilusión mientras encendía las velas de las dos tartas de chocolate pequeñas que había en la mesa. Antes de soplar, pedimos un deseo. Nunca había creído mucho en eso, pero decidí pedirlo. Cuando soplamos todos aplaudieron y fueron cortando trocitos de tarta.
-¿Qué te regaló a ti Dylan?- me preguntó Margot mientras no comíamos un trozo de tarta.
-Esto- dije enseñándole la pulsera.- ¿Y a ti?
-Es muy bonita. A mi me a regalado esto.- dijo quitándose un anillo en el que ponía “Siempre juntos”.
-Qué bonito.
Cuando me terminé la tarta me fui al rincón donde estaban las chicas.
-Chicas, muchísimas gracias por todo, enserio no se como agradeceros que hayáis organizado esto, que hayáis venido…
-No tienes nada que agradecer, ¿de verdad pensabas que íbamos a perdernos tu cumpleaños?- dijo Emily.
-¿Puedo hablar un momento a solas con Allison por favor?- dijo Zoe. Las chicas asintieron y se fueron dejándonos solas en ese rincón.-Bueno no puedo pedir más soledad, aunque se que la mayoría de las personas de esta sala nos escuchan, pero necesitaba hablar contigo.
-¿Cómo…?
-Shhh- me interrumpió- déjame terminar. Quería pedirte disculpas por todo en persona. Porque Dylan solo quiere lo mejor para ti, no debí de juzgarlo así a simple vista, él de verdad te quiere, no lo dejes escapar. Y las advertencias sobre salir de la ciudad… me equivoqué en todo. Lo siento.
-No, eso no es verdad. El collar, ¿cómo sabías lo que yo era? Cuando me lo quitaron… Sabías que lo necesitaba, ¿por qué?
-Yo…- Pero no pudo continuar, en ese momento vimos como un montón de gente aparentemente normal tiraba la puerta de la casa abajo. Entraron, pero no podíamos huir a ningún lado, la gente bloqueaba la puerta. Busqué a Dylan, a Margot y a mis amigos con desesperación. Dylan intentaba luchar contra alguien, no con demasiada suerte, puesto que esta persona lo agarró del cuello y Dylan quedó paralizado.
-¡Noooooooooo!-grité yo. Al parecer había conseguido pasar desapercibida hasta ese momento. Descubrí como Diego estaba allí en medio de la lucha, pero no de nuestro bando, si no del contrario. Él vino hacia mí, pero yo no podía huir, me agarró por el brazo y me quedé paralizada en ese momento.
-Kyle, Tom, cogerla, no durará mucho, ya sabéis que hacer.- les dijo. Esas palabras me causaron miedo, pero no más que el que tenía al mirar a mí alrededor. No podía sentir la presión de los dos hombres que me agarraron los brazos, no podía sentir mi cuerpo, no podía protestar ni gritar. Busqué a Dylan con la mirada, y le vi agarrado como estaba yo, por dos hombres. Nuestras miradas se cruzaron y vi su preocupación en sus ojos. Miré a mí alrededor, y vi como todos iban cayendo al suelo. Solo quedaba Zoe, que intentó inmovilizar con quien estaba luchando. Pero él venció y Zoe acabó como todos nosotros, inmovilizada, tirada en el suelo, y sin poder hacer nada. Veía como se iban llevando a todos arrastras, incluso a Dylan que antes habían tenido agarrado, ahora le tenían en el suelo inmóvil, como todos los demás. Iba recuperando el dominio de mi cuerpo, pero los dos hombres que me sostenían se dieron cuenta. No se que iban ha hacer, cuando oí las palabras de Diego.
-Los necesito vivos, tener cuidado.
Y yo fui perdiendo la consciencia poco a poco. Mi pesadilla se estaba cumpliendo.

martes, 14 de diciembre de 2010

Elección Capítulo 22

La mayoría de la gente se levanta emocionada el día de mi cumpleaños, pero a mi sin embargo me resultaba bastante indiferente el día de hoy, es más, un impedimento para no poder estar con Dylan hoy mismo. Se supone que alguien en su cumpleaños hace lo que quiere, porque es su día, pero yo en realidad estaba intentando estar con Margot el día de su cumpleaños. Me hubiese ido hoy mismo de no ser por ella, se que lo hizo con la mejor de sus intenciones, y que en realidad la hubiera dado igual si hubiera decidido irme hoy mismo, pero en el fondo, se sentiría mal. Así que me desperté pensando en que el día acabase pronto para mañana coger el primer vuelo que saliera. Me levanté de la cama, y me encontré en la mesita de noche un sobre que llevaba mi nombre puesto. Lo abrí y empecé a leer.
“Te espero en el lago a las 12:00, se puntual.”
Y no había nada más. ¿De quién era? No lo sabía, pero debía ir si quería averiguarlo. Dejé la nota en la mesilla y bajé a la cocina, donde, con total seguridad estaría Margot.
-¡Felicidades!- dijimos a la vez, como hacíamos cada año.
-¿Qué tal has dormido? Recuerda que hoy hay fiesta.
-Bien, estoy deseando que pase ya este día.
-¿Por qué? Es nuestro cumpleaños.
-Porque mañana me voy a coger un vuelo para ver a Dylan.
-Bueno al menos disfruta del día ¿vale? Una no cumple 18 años todos los días.
Desayunamos y yo me subí a prepararme para ir al lago si quería ser puntual. La duda de quién podía ser me comía por dentro, no me gustaba la intriga, y aunque no me daba muy buena espina, sabía que tenía que ir. Iba a salir a la calle, cuando vi a Margot que también iba a salir.
-¿Te vas?
-Sí, Olivia ha planeado que me vaya con Marcos toda la mañana para ella así poder preparar la casa para la fiesta. ¿Y tú dónde vas?
-¿La nota ha sido suya?
-¿Qué nota?
-Nada déjalo, me voy al lago, no se si volveré antes de la cuenta.
-No creo que Olivia te deje, bueno, luego nos vemos.
-Adiós.
Bueno, el día de cumpleaños junto a Margot no estaba pasando como esperaba, pero probablemente era esa la clave, nada sucedía como yo me esperaba, siempre había alguna sorpresa escondida por alguna parte, ya fuera mala o buena. Llegué al lago con el tiempo justo, pero no había nadie. Me quedé allí de pie mirando al lago, esperando a quien escribió la nota, que de un momento a otro debía de aparecer. Empecé a oír pisadas, y me replanteé si venir había sido lo mejor. El corazón me latía con fuerza por el miedo y la duda. De repente alguien me agarró por la cintura.
-Felicidades-me susurró al oído. No hacía falta que me girase para ver su cara, sabía perfectamente quien era con solo oír su voz. Así que me giré y le abracé con todas mis fuerzas.
-Te he echado tanto de menos…-le susurré
-Y yo a ti.
-Te dije que no vinieras, mañana iba a coger un vuelo hacia allí yo, no quiero que te gastes dinero en venir a verme.
-Pero yo si quiero. Te echaba muchísimo de menos, no puedo estar separado de ti tanto tiempo, te necesitaba.
-Eso no es justificación, tú ya has venido aquí dos veces y yo no, lo justo sería que yo fuera.
-¿Y que importa lo justo si podemos volver a estar juntos?
-Llevas razón.- Y le besé como si nada más me importase en ese momento que él, que siguió el beso encantado.
-Entonces vendrás a la fiesta ¿no? No me gustaría que te perdieras mi 18 cumpleaños.
-Por nada del mundo me lo perdería. Además te e traído un regalo.
-No hacía falta que te gastaras más dinero.
-Si que hacía falta, es tu cumpleaños.
-Bueno, ¿nos vamos a casa?
-No, podríamos quedarnos aquí…
-¿Por qué?
-Porque Olivia esta preparando la fiesta, y yo quería ayudar de alguna forma, así que me dijo que te sacara de casa.
-¿Qué? ¿Sabe que has venido?
-Yo ya tenía pensado venir para tu cumpleaños, pero ella me llamó hace un par de semanas diciéndome que viniera.
-Siempre soy la última en enterarme de todo…
-No, Margot tampoco lo sabe.
-¿Esta vez también era una sorpresa?
-Sí. Bueno si quieres ir a algún sitio más calentito porque no vamos a la cafetería de la última vez?
-No se si es muy buena idea…
-¿Por qué?
-Seguro que Alan estará allí.
-Pues perfecto, así le conoceré.
-¿No… no te molesta?
-Haber Allison… no se como explicártelo. Sí, todavía estoy celoso de él, pero no quiero impedir que tengas amigos aquí, no quiero que hagas sacrificios por mi. Si es tu amigo lo aceptó.-sabía el esfuerzo que le costaba decirme esto, pero lo hacía por mi, costase lo que costase.
-No se que he hecho para merecerte.
-Ser tú.- Y nos volvimos a besar. De verdad le había echado mucho de menos, ojala este momento durara eternamente y no se tuviera que marchar, o yo me pudiera ir con él. De repente oímos un carraspeo de garganta. Nos separamos y me giré para ver quien estaba detrás.
-¿Cuándo me pensabas contar que estabas aquí?- preguntó Margot a Dylan. Al parecer había dejado su antiguo amor por él a un lado para ser simplemente su amiga, y eso me alegraba.
-¡Felicidades!- dijo Dylan abrazándola.
-No te intentes escaquear y responde.-respondió alejándose.
-Era una sorpresa, no solo para Allison claro. Además, Olivia me dijo que no os contase nada si quería mantener a Allison fuera de la casa.
-Estando tú aquí dudo que se quisiera alejar de tu lado. Y bueno…¿ hasta que hora nos tenéis que tener prisioneras?- preguntó Margot.
-Por mí que sea todo el tiempo que ellos quieran.-dije mirando a Dylan.
-Si fuera así creo que no os soltaríamos nunca ¿verdad Marcos?- y Marcos asintió mirando a Margot.-Pero no es así, después de comer tenemos que ir a la fiesta.
-De verdad que no tengo ganas de ir.- dije
-Va a ser divertido ya verás.-me dijo Margot.- Se que preferirías estar a solas con Dylan el día de tu cumpleaños, pero debes estar en la fiesta.
-Lo se, tampoco quiero defraudar a Olivia.
-Bueno, ¿que tal si vamos a la cafetería y coméis algo?
-Vale.- dijimos las dos.
Nos comimos una hamburguesa y estuvimos dando una vuelta para hacer tiempo, puesto que los chicos no querían acercarse a nuestra casa, lo que a Margot a mi nos indicó que no sería una fiesta discreta precisamente. Pasado un rato, los chicos dijeron que ya estaría todo listo y debíamos volver.
La casa estaba totalmente decorada por fuera, con luces y adornos. Habían puesto una pancarta en la puerta en la que ponía felicidades. Entramos, y me quedé parada al ver quienes estaban dentro.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Reseña: The Host (La huésped)


Título: The Host (La huésped)
Autora: Stephenie Meyer
Año: 2010
Editorial: Suma de letras
Sinopsis: Warender es una alienígena invasora de cuerpos y ha llegado a la Tierra junto con otras "almas" para cumplir con su misión. Pero su anfitriona, Melanie Stryder, se resiste a abandonar su cuerpo sin oponer resistencia. Dos seres de dos especies diferentes que comparten un mismo cuerpo pero por desgracia para ellas también un mismo corazón. Los recuerdos de la vida de Melanie hacen que Warender se enamore del mismo hombre que ella, Jared, convirtiendo su relación en el primer triángulo amoroso que sólo implica a dos cuerpos.
Nota de la autora: "A pesar del género, THE HOST es una historia muy humana. No hay pistolas de rayos, ni agujeros negros, ni naves espaciales,(...) ni otro montón de claves del género. Todo tiene lugar en el planeta Tierra en el día de hoy y es, ante todo, una historia de amor".
Opinión personal: Este libro a mi personalmente me gustó mucho, porque no es algo de lo que se escriba habitualmente, a parte de ser completamente diferente a las historias de alienígenas conocidas. Demuestra que no todo lo desconocido tiene que ser malo, el miedo de las personas ante ello y como cambian. Todo esto aparte de vivir una historia de amor completa y el debate interno entre dos personas opuestas.
Valoración:

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Elección Capítulo 21

Esa mañana cuando me desperté no fue precisamente por el despertador. Lo que me despertó fue el sonido de la tostadora, ¿cómo podía oír aquello? Al minuto sonó el despertador, y lo noté más fuerte que de costumbre, algo que no era normal. Me levanté de la cama para bajar a desayunar y comí más que ningún día, pero para mi sorpresa, seguía teniendo hambre. Fui al instituto esta vez sin la compañía de Alan. Llegué a la primera clase, y volví a sentir esa sensación tan rara que me asaltó aquella vez que casi mato a Emily, sed. Me llevé la mano al cuello, buscando mi colgante, pero no estaba. No podría resistir mucho más tiempo allí sin sentir la necesidad de matar a quién estuviera allí, así que pedí permiso para ir al baño, me debieron de ver muy mala cara, porque me dejaron ir. Una vez allí me lave la cara con agua y me senté en el suelo. ¿Y ahora que hacía? La última vez que me ocurrió esto, Dylan me sacó de allí, pero ahora estaba sola, tenía que llamar a Dylan. Probablemente estaría en clase, no quería arriesgarme a que le quitaran el móvil, entonces todo estaría perdido, así que le mandé un mensaje:
“Dylan, me han quitado el collar, estoy en el baño del instituto y no se que hacer. Ayúdame”
A los pocos minutos, obtuve respuesta:
“Tienes que salir de allí, avisa a Margot, llega a clase, te preguntarán que si estás mejor, tu dirás que no y te mandarán a casa. Es lo único que puedes hacer ahora.”
Así que hice lo que me dijo Dylan, no hizo falta fingir mucho, la profesora mandó que Margot me acompañase a casa y problema resuelto, de momento.
-¿Qué te pasa?- preguntó Margot de camino a casa.
-Mi collar, no está.
-Vale, comprendo, ¿has llamado a Dylan?
-Le mandé un mensaje, fue el que me dijo que saliera del instituto, se que se preocupará, vendrá aquí otra vez y no quiero que se gaste más dinero en venir a verme, si no aparece le diré que lo he encontrado.
-Allison eso no está bien, se preocupa por ti, no creo que lo mejor sea mentirle.
-¿Y qué hago? No quiero que se gaste más dinero en mí, y se que vendrá si sabe que no lo encuentro.
-Bueno, ya lo pensaremos, vete a tu habitación, tengo que volver al instituto, luego nos vemos.
-Vale.
Subí a mi habitación, intentado matar el tiempo me puse a leer, hasta que recibí una llamada de Dylan.
-Hola.
-Hola, ¿qué tal te encuentras?
-Ahora mejor, si no encontrara el collar… ¿que debería hacer?
-No creo que puedas cazar animales, tendrías que ir al hospital a por bolsas de sangre. Pero de momento no tomes nada, no se las consecuencias que puede tener eso cuando encuentres el collar, y tampoco se hasta que punto te transformas. Tengo que ir allí.
-No Dylan, no te voy a consentir que te gastes más dinero para venir a verme. Seguro que lo voy a encontrar, lo buscaré por la habitación, a lo mejor está por aquí tirado y no lo e visto.
-Si no lo encuentras iré.
-No, no vendrás. Voy a buscarlo, luego hablamos. Te quiero.
-Y yo. Adiós.
Busqué el colgante por toda la habitación, pero no apareció. Miré por toda la casa, y tampoco. De momento iba a tener que resistir. Margot llegó del instituto y nos comimos la comida que había preparado yo antes, pero la comida no me llenaba lo suficiente, necesitaba sangre. Aquella tarde Margot decidió que lo mejor para todos sería que fuera ella a trabajar por mí. Me dormí pronto, esperando que al día siguiente esto estuviera solucionado y volviera a tener mi collar. Pero el día siguiente me volví a quedar en casa y volví a buscar el collar, pero no apareció. Y así me tire 1 semana entera. Cada día me encontraba más débil, la comida no me bastaba, pero tenía miedo de las consecuencias si probaba la sangre. Dylan me llamaba cada día, y me mostraba su preocupación. Pensé que lo mejor era decirle que lo había encontrado, pero Margot le diría la verdad, y no quería volver a discutir con él. El supuesto cambio estaba prácticamente suprimido, ya no oía cosas que no debería de escuchar, y esto preocupó a Dylan, que insistía en venir. Pero la semana siguiente esto cambió. Me levanté para ir a desayunar volver a la cama, como llevaba haciendo toda la semana, pero al bajar el escalón vi algo brillante y lo cogí. Era mi collar, ¿qué hacía aquí? Estaba segura de haberme registrado toda la casa cada día de la semana, ya había pensado en que alguien me lo había robado, pero ¿porque me lo devolvía? Ahora estas preguntas eran lo de menos, me puse el collar y baje.
-Buenos días, ¿sigues igual?- me preguntó Margot, como todas las mañanas desde que perdí el collar.
-Buenos días. Lo he encontrado bajando las escaleras.-dije enseñándola el collar.
-Pero… te registraste toda la casa, ¿qué hacía allí?
-No lo se, es lo de menos ahora.
-Sí, lo importante es que estás bien. Me estabas preocupando, creo que deberías haber tomado sangre.
-¿Y que consecuencias me podría traer aquello? Creo que e hecho bien esperando.
-Puede, pero has tenido a Dylan muy preocupado, deberías llamarle.
-Iba ha hacerlo.
Cogí el móvil, llamé a Dylan y le dije lo del collar, que parecía haberle quitado su preocupación. Cuando terminé Margot me miró con cara expectante.
-¿Qué pasa? Ya has oído toda la conversación, no hace falta que te la vuelva a repetir.
-¿No olvidas algo?
-¿El que iba a olvidar?
-Nuestro cumpleaños, falta un mes.
-No lo había olvidado, ¿a qué viene ahora?
-A que vamos a celebrar una fiesta aquí en casa, aprovechando que has encontrado tu collar y que ya no vas a matar a nadie. No acepto un no, porque también es mi cumpleaños.
-¿Y a quién vamos a invitar?
-Pues a la gente de aquí, y a tus otros amigos por supuesto.
-No les quiero hacer pagar un avión, ya iré yo a celebrarlo con ellos.
-Está bien.
-Pensaba que ibas a decir algo en contra.
-No tengo nada que decir, también es tu cumpleaños.
Margot también insistió en celebrar la navidad, una navidad que me recordó bastante a mis padres, a cuando todos estábamos juntos y adornábamos nuestra casa entre todos. Estaba segura de que Margot sentía lo mismo que yo en esos momentos, pero esperaba que así estuviera más feliz, y menos triste por haber tenido que abandonar nuestra antigua casa.
Pasada la navidad, solo quedaban dos semanas para nuestro cumpleaños, y dos semanas para la fiesta que estábamos organizando. Margot y yo nos habíamos repartido el trabajo de la cafetería, para así tener cada una tiempo libre. Ella empleaba su tiempo libre en estar con Marcos, sin embargo yo no podía estar con Dylan, así que le llamaba o salía con Olivia, que se había convertido en una de las grandes organizadoras de la fiesta por voluntad propia, haciendo que Margot y yo no tuviéramos nada que hacer. Ya le dije a Dylan lo de la fiesta, y que iría allí para celebrarlo con él, pero no pareció oponerse a la idea, cosa muy rara en él, que hubiera insistido en venir. Así que sin darme cuenta faltaba un día para mi cumpleaños, y esa noche dormí, pensando en mi reencuentro con Dylan después de mi cumpleaños.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Elección Capítulo 20

El día siguiente tampoco fue espectacular. En el instituto ninguna novedad, todo tan monótono como casi siempre. El trabajo se me dio igual de mal, o peor si cabe, pero la cafetería se había ganado un nuevo cliente para el resto del tiempo que estuviera yo trabajando allí, Alan. Ese día, tal como dijo su hermano Diego, fue, se tomó un batido de chocolate, e insistió en acompañarme a casa cuando terminó mi turno. Y eso estuvo haciendo durante toda la semana, ir todos los días y acompañarme a casa cuando salía del trabajo, un día que ya estaba harta de esta situación decidí desahogarme con Margot.
-Enserio, ya no puedo más. No quiero que se haga ilusiones, sabe que tengo novio y sigue insistiendo.
-¿De que me hablas?- me preguntó Margot.
-De Alan, desde que su hermano le dijo que trabajaba en la cafetería va todos los días sin excepción, y me acompaña a casa. Pensé que solo serían unos días, pero ya lleva una semana.
-Espera un momento, ¿Alan tiene un hermano?
-Sí, Diego, es mi jefe por así decirlo.
-Bien, ¿y como que te lleva acompañando a casa una semana?
-No lo se, insiste, le digo que no, pero no se me otra ruta para llegar, así que al final acaba viniendo a mi lado.
-Supongo que esto que no me has contado en esta semana no lo sabe tampoco Dylan ¿no?
-No, no lo sabe, ¿cómo crees que se pondría si se lo contara?, le intento mencionar lo menos posible a Alan porque no le sienta bien, se pone celoso, intenta disimularlo, pero se le da muy mal, no quiero que se torture más.
-¿Y te lo has estado callando todo este tiempo, para que no se lo contara?
-No es eso, no me pareció nada importante, solo es un amigo, pero parece que él no me ve así, y no quiero que se haga ilusiones.
-Bueno pues no tienes nada más que hacer que decírselo mañana cuando vaya a verte, puede que lo entienda.
-Eso espero.
A la mañana siguiente decidí decírselo, cuando salimos del instituto, el siempre nos acompañaba a Margot y a mi, pero solo por que le pillaba de camino. Cuando llegamos a mi casa Margot abrió la puerta entró y la dejó así para que pasara. Iba a subir las escaleras, cuando Alan me cogió del brazo.
-Tengo que hablar contigo un momento a solas.
-Yo también quería decirte algo. Empieza tú.- pero enseguida me arrepentí de haber dicho que empezara, esto iba a tomar muy mal rumbo.
-Allison, creo que no te has dado cuenta aún, pero me importas mucho, yo…- no hicieron falta sus palabras, se acercó aceleradamente a mí y me besó. Me pilló por sorpresa y no podía reaccionar, me quedé paralizada, sin saber que hacer. Al rato, viendo que no ponía de mi parte se alejó. En su cara había impaciencia por saber mi respuesta. No respondí, el ya debía de saber que solo lo veía como un amigo, así que subí las escaleras, entre en mi casa y cerré la puerta. Margot bajó de la escalera, y al parecer, había oído toda la conversación.
-No puede ser… te… te ha…
-Besado, sí.
-¿Por qué no le has respondido?
-No lo se, él sabe que le veo como una amigo, sabe que tengo novio.
-Pero no va a perder la esperanza, tienes que decírselo.
Comimos tranquilamente, y me subí a mi habitación. Estaba haciendo los deberes cuando oí el teléfono, la llamada que esperaba todos los días con ilusión, pero a pesar de ser él, decidí no responder. ¿Qué le iba a decir? Si se enteraba, se iba a poner hecho una furia, primero debería dejar las cosas claras a Alan, luego se lo contaría. Fui de camino al trabajo, y antes de tiempo estaba Alan allí sentado, en la mesa de siempre. Se le veía ilusionado, quizás tomó mi reacción como sentimiento mutuo, cuándo saliera, se lo explicaría, de momento, era mejor evitarle.
-Oye Emma, ¿puedes atender tú hoy a Alan?
-Pero…
-Por favor.
-Está bien…
-Gracias.
Y así me libre de Alan durante todo mi turno, pero el no se movió de su asiento hasta unos minutos antes de que terminara mi turno. Pensé que cansado de esperar se habría ido, pero cuando salí por la puerta, seguía allí, esperándome, sentado en la roca en la que se apoyó Dylan cuando estuvo aquí. Intenté pasar de largo, pero me agarró del brazo, me paré y me solté.
-¿Por qué me evitas?
-Porque… Alan, yo no siento lo mismo, no quería que te hicieras ilusiones, pero aún así parece que te las has hecho…Yo tengo novio, y le quiero a él.- su anterior cara de satisfacción se borró con mis palabras.
-Entonces…
-No estoy enamorada de ti Alan, yo… solo te veo como un amigo.
-Vale… pues aclarado… al menos seguimos siendo amigos ¿no?
-Claro.
Y esta vez ya no me acompañó a casa, y sentí un poco de alivio, ahora le debía una explicación a Dylan. Llegué a casa y nada más llegar Margot ya me estaba preguntando.
-¿Qué tal ha ido?
-Parece que lo entiende, espero que sea así.
-Dylan está muy preocupado, a estado llamando porque antes no le cogiste el teléfono. No quiere parecer pesado, por eso no te llama a ti, simplemente esta preocupado. No le he dicho nada de lo que a pasado, esperaba que lo hicieras tú.
-Perfecto, bueno… voy a llamarle y a explicarle todo.
Subí a mi habitación cogí el móvil y llamé a Dylan. Lo cogió al primer toque.
-Hola.- dije.
-Hola. ¿Porque no me cogiste la llamada antes? Estaba muy preocupado.
-Lo sé y… lo siento.-dije con miedo en la voz
-¿Qué a pasado?
-Yo…Por favor prométeme que no te cabrearás, no quiero hacerte sentir mal, pero creo que lo debes de saber.
-Te lo prometo, pero cuéntamelo, me estás asustando.
-Haber… Alan tiene un hermano, que es mi jefe, y él le dijo que trabajaba en la cafetería. Alan iba todos los días hasta allí y me acompañaba a casa, al principio pensé que solo serían un par de días, pero pasada una semana pensé que se estaba haciendo ilusiones, que yo podría sentir algo por él, pero no es así. Iba a decirle lo que sentía, cuando… me besó. No sabía que hacer, así que me metí en mi casa, y por la tarde, a parte de evitarle, le dije que no quería nada con él, que yo te quería a ti. Y… esta es la historia- pero Dylan no respondía, sabía que no era buena idea contárselo, me puse a llorar y a parlotear, como si así pudiera hacer algo por él.- Yo… comprendo que te sientas celoso, porque yo también lo estoy, no debí decirte que no te preocupases, debías hacerlo, las relaciones a distancia no son fáciles, pero yo te quiero, y no quiero que los celos lo arruinen, por eso…- pero Dylan reaccionó y no pude continuar.
-Tranquila Allison, tranquilízate y no llores. No estoy enfadado, al menos no contigo, no tienes la culpa. Pero hay una cosa… ¿cómo es que sientes celos? ¿De quién?
-Pues… de todas, el día que llegaste todas querían sentarse a tu lado, conocerte… y yo ese día no hice más que ser borde contigo, y ahora resulta que lo que esas chicas querían, lo tengo yo, pero ellas lo siguen queriendo, y yo estoy lejos, no puedo hacer nada para que no te vayas con ellas, y… si decidieras irte con alguna de ellas lo aceptaría porque te quiero, pero en el fondo, no te mostraría lo mucho que me molesta.
-¿Crees que algún día te dejaría por una de esas chicas? No te voy a dejar, yo solo te quiero a ti. Pero si tú decidieras irte con Alan ahora mismo, lo entendería, haría lo mismo que hubieras hecho tú. Sabía que algún día pasaría lo de Alan, pero no estoy cabreado. Se que tenías miedo a contarlo por eso, no tengas miedo a contarme nada, nunca. Pero por favor, no llores, no quiero que estés mal por mi culpa.
-Yo tampoco quiero que estés mal, por eso no te lo quería decir, se lo que te molesta que te saque el tema, y era ese mi miedo. Yo nunca te dejaría Dylan.
-Yo tampoco. Bueno, descansa, tienes que estar agotada, mañana hablamos. Te quiero.
-Y yo a ti.
Colgué, me metí en la cama y enseguida caí rendida por el cansancio, había sido un día muy largo.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Elección Capítulo 19

Margot estaba sentada en un banco a unos pasos de nosotros. Cuando me vio se levantó para irnos hacia el coche.
-¿Estás bien Allison?
-Sí- dije con la voz ronca, estaba a punto de echarme a llorar.
-¿No te iras a poner a llorar ahora? Creo que no ha sido buena idea que vinieras.
-No voy a llorar. Tenía que venir, no podía quedarme allí de brazos cruzados.- dije mientras me metía en el asiento del copiloto del coche.
-Allison, estas apunto de derrumbarte, si no lo hubiera traído…
-Ahora estaría peor, es solo por dejarle ir otra vez, tiene un montón de pretendientes, el primer día que vino, todas estaban detrás de él, me parece muy irreal que sea yo la afortunada de tan inmenso grupo, pero no he querido mencionarle nada, bastante tiene con estar preocupado por Alan.
-Él te quiere a ti, no te cambiaría por nada, no te preocupes por el tema. Seguramente si se lo hubieras mencionado hubierais acabado cabreados antes de que acabase la semana, has hecho bien.
-Si que me tengo que preocupar, le dije que no estuviera celoso cuando a mi me es imposible no estarlo. Emily se quedó alucinada cuando le vio por primera vez, y ahora ella también es vampira y está más cerca de él de lo que puedo estarlo yo.
-Enserio Allison, no tienes motivos para estar celosa, pronto volveréis a veros ya verás.
-Las relaciones a distancia son muy complicadas, se ve que no lo entiendes, claro tú puedes ver a tu novio cuando quieras, normal que no lo entiendas.
-¿Y eso significa que no puedo sentir celos? Allison aquí también hay más chicas detrás de Marcos, chicas que no son sus enemigas naturales, chicas que pueden estar con él sin transformarse en una loba.
-Pero… tú no te has transformado nunca cuando has estado con él.
-Porque no e perdido el control, si lo llego a perder, durante un momento…no quiero ni pensarlo. Así que sí, se lo que es una relación complicada, se lo que es sentir celos, no puedes decir que no te comprendo.
-Aún así, tu lo tienes hay, lo ves todos los días, a todas horas. Yo no.
-Ya encontraremos la forma.
-La única forma es volviendo a nuestra antigua casa, esto fue un error y lo sabes.
-Pensé que no volveríamos ha hablar sobre el tema.
-Pues te equivocabas, no puedo pedirle que coja aviones cada dos por tres para venir a verme, no puedo es mucho dinero, yo también tengo que poner de mi parte. Tenemos una casa allí, pero claro, es más fácil que nos quedemos en nuestra nueva casa y tú puedas estar con Marcos, así la única perjudicada soy yo.
-Prefiero que llores antes que lo conviertas en rabia.
-No lo estoy convirtiendo en rabia, es lo que siento. Margot es que no puedo más. La única perjudicada aquí soy yo.
-Eso no es verdad.
-¿A no? ¿Que has perdido tú?- pero Margot no contestaba.-Ves llevaba razón. Le he vuelto a dejar ir, otra vez.- Y hay si que me puse a llorar. Todo esto era demasiado para mi.
Margot dejó que me desahogara el resto del camino mientras ella permanecía en silencio, cosa que era un consuelo. Quizás lo único que estaba pensando era en lo que había perdido ella, cuya respuesta se reducía a nada. Ella con este cambio había ganado más que perdido. Aparcó el coche, subí a mi habitación y me tumbé en la cama. No se cuanto tiempo estuve allí mirando al techo, pero pasado un rato Margot entró con una bandeja de comida.
-Te traigo la cena.
-No tengo hambre.
-Tienes que comer, te lo dejo aquí.
En cuanto se marchó me puse el pijama y me fui a dormir sin probar bocado. Aquella noche soñé con Dylan, que volvíamos a estar juntos. Pero claro, aquello eran solo sueños, y en cuanto desperté volví a la realidad. Esa mañana desayuné poco y me fui al instituto.
-¿Ya se ha ido Dylan?- me preguntó Olivia a primera hora.
-Sí.
-Se nota. Parece que de un momento a otro te vas a caer.
-Estoy bien.
Y esta semana se convirtió en la peor semana de toda mi vida. Hablaba con las chicas y un par de días quedé con Alan. Dylan me llamaba todas las tardes, cuando le mencionaba a Alan intentaba usar el mismo tono de voz, pero no lo conseguía. Por eso intentaba no decirle nada sobre el tema. Al final de la semana me acabé conformando con las llamadas, y llegaba a casa ilusionada para hablar con él. Olivia montó una fiesta de pijamas con el único fin de alegrarme, cosa que consiguió un poco. También me puse a buscar trabajo para ayudar a pagar el alquiler de la casa y comer.
El lunes de la semana siguiente, llegando a casa del instituto, recibí una llamada en la que me daban trabajo en la cafetería.
-Hola, soy Allison la nueva empleada.-le dije a la camarera más cercana que había.
-Vale, espero aquí, voy a avisar al encargado.- al cabo de unos minutos vino con un chico alto, tremendamente parecido a Alan. El chico dijo llamarse Diego, me dijo algunas normas que debería cumplir, mi sueldo y cuanto trabajaría, lo que me dejaría las tardes totalmente ocupadas. Era la camarera, para un primer día la estaba pifiando bastante, casi se me cae la bandeja en dos ocasiones, llevé varios pedidos a mesas equivocadas…Vamos lo que una novata hace su primer día, todo mal.
-Tranquila, mañana seguro que se te da todo esto mejor, es solo tu primer día.- me dijo Emma, la camarera que había conocido al llegar allí. Al parecer ella vivía sola allí, y como yo, trabajaba para pagar el alquiler. Ella misma decía que este era un trabajo fácil en el que te pagaban bien.
-Eso espero.
-Seguro que si- dijo Diego acercándose a mi- Oye, tengo una duda desde que has llegado aquí, mi hermano no para de hablar de una tal Allison, que es nueva aquí, ¿por casualidad no serás tú?- ahora era cuando me encajaba el parecido que le encontré al principio.
-¿Tu hermano es Alan?
-Exacto, ¿eso quiere decir un si?
-Si, soy yo.
-No para de hablarme de ti, apuesto lo que quieras que en cuanto sepa que trabajas aquí vendrá todos los días a que le sirvas.-esto me hizo ruborizarme de la vergüenza, al parecer todos estaban convencidos que estaba coladito por mi.
-Bueno yo me voy a casa ya, mi hermana me estará esperando.
-¡Hasta mañana!
-¡Hasta mañana!
Ya se había hecho de noche, y el camino a casa me resultaba más difícil de recorrer por la calle escasamente iluminada por la que solía andar. Oía ruidos a mí espalada, y miraba hacia atrás de vez en cuando por temor a que me pudiera pasar algo, pero nunca veía a nadie, así que pensé que solo eran imaginaciones mías.
-¿Qué tal tu primer día de trabajo?- dijo Margot en cuanto entré en casa.
-Fatal. ¿Tú todavía no has encontrado nada?
-No, nada, espero que con tu sueldo nos baste.
-Papá y mamá nos mandan dinero cada mes ¿no?
-Sí, pero no nos da para todo, por eso necesitamos el trabajo. Te he dejado un trozo de pizza en el microondas para que la calientes, debes de tener hambre.
-No mucha, pero tranquila, me lo comeré.
Fui a la cocina, me comí la pizza tal y como había prometido a Margot y me subí a mi habitación a dormir.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Elección Capítulo 18

-¿Y ahora que pasa? Por favor otra vez los celos no…
-Sí, lo que dice Margot, podía haber sido verdad, y todavía lo puede serlo.
-No lo será, ¿cuántas veces te tengo que repetir que yo solo te quiero a ti?
-No servirá de nada, todavía puedes sentir algo por él, llevas muy poco tiempo aquí, en cuanto lleves más…
-No Dylan, aunque me dejes, solo lo veo como un amigo, como nada más.
-Yo nunca te dejaría, lo sabes de sobra.
-¿Y porque tu no me crees y yo a ti si?
-Porque me parece imposible que sientas algo por mi.
-Pues créetelo.- dije cogiéndole de las manos para levantarle de la roca. No hubiera podido levantarle yo sola si él no hubiera puesto un poco de su parte. Se acercó a mí, él me rodeó la cintura, yo le rodeé el cuello con los brazos y le besé. Me daba igual que Margot posiblemente nos estuviera mirando, me daba igual que hubiese muchísima gente alrededor, sabía que él lo necesitaba.- ¿Necesitas más pruebas?
-A lo mejor no me vendrían mal unas cuantas más…- dijo volviéndome a besar. Nos apartamos cuando oímos la tos de Margot, tal y como había hecho Dylan aquella tarde cuando los pillamos.
-Vamos parejita, creo que va siendo hora de irnos a casa.
-Vale.
Habíamos llegado a casa cuando descubrí que Marcos todavía seguía hay, y no había cogido el camino de todos los días.
-¿Tú también te quedas Marcos?
-Claro que se queda, no me iba a quedar yo sola de vuestro sujetavelas.
-Lo comprendo. Imagino que ya conocerás la casa ¿no Dylan?
-Vine ayer.- yo me quedé sorprendida, vino ayer y nadie me había dicho nada.
-Tú lo sabías- acusé a Margot
-Claro, yo le dije que viniera hoy, pero el quiso venir ayer, por eso le dije a Olivia que te quedaras a dormir en su casa.
-¿Pero porque no me lo dijiste?
-Créeme, era mejor que le vieras hoy, ¿pero que más te da? Le ibas a ver igual.
-Hay lleva razón, el caso es que ahora estamos juntos, y lo demás no importa.
-Bueno pues os podéis instalar donde queráis para pasar la noche, hay 2 habitaciones que sobran, y son bastante grandes…- pero yo arrastré a Dylan escaleras arriba hasta mi habitación. Me tumbé en la cama y el se tumbó a mi lado.
-¿Bueno y que quieres que hagamos ahora?-me preguntó Dylan.
-Yo… me voy a cambiar, ahora vengo.
Fui al baño que había en mi habitación, me puse el pijama, me hice una coleta, como todas las noches y volví a tumbarme al lado de Dylan, apoyando la cabeza en su hombro.
-Estás muy guapa.
-No mientas- dije ligeramente ruborizada.
-Es la verdad, para mi estarás guapa aunque te vistas con un saco de patatas.- Entonces le abracé y me empecé a adormilar. No me había dado tiempo a dormirme cuando sentí que separaba uno de mis brazos, así que le volví a apretar a su alrededor con fuerza.
-No te vayas- dije en un susurro.
-Vale, pero duérmete.- y esta vez se quedó en la cama y os arropó a los dos con el edredón.
Caí en un profundo sueño, pero esta vez volví a soñar con aquello que me atormentaba algunas noches. Esta vez había más detalles, estábamos en mi casa, y estaba llena de adornos, ¿qué quería decir eso? Pero pronto el sueño se desvaneció y me desperté. Me empecé a mover buscando a Dylan, pero la cama estaba vacía. Abrí los ojos y allí estaba él, enfrente de la cama.
-Buenos días…
-Buenos días- dijo poniéndome una bandeja con el desayuno encima de la cama.
-¿Y esto?
-El desayuno. Lo he cocinado yo, Margot ya se comió su parte.
-Dylan no hace falta que te tomes tantas molestias…
-Tú te lo mereces, por eso lo hago.-dijo con una sonrisa.
Me comí todo el desayuno que estaba riquísimo, el mejor que comí en mi vida, y con la mejor compañía posible. El resto del fin de semana posiblemente fue el mejor de mi vida, pero al llegar el lunes volví a la realidad ,cada vez me quedaba menos tiempo. El despertador sonó a las 7, como siempre. Dylan estaba a mi lado, y le conseguí convencer para que no me volviera a llevar el desayuno a la cama, cuando había que madrugar era mejor que me levantara ha hacerlo yo. Me hice el desayuno, me vestí y me despedí de Dylan con un beso antes de irme.
-¿Entonces te gustó tu sorpresa?-dijo Margot de camino al instituto.
-Me encantó, enserio no se como podré agradecértelo algún día.
-No tienes porque agradecérmelo, era lo que necesitabas.
-Pero tú todavía sientes algo por él.
-Casi lo he olvidado, no te preocupes por ello.
En la primera clase del día, me tocó con Olivia, que notó mi cambio de actitud y enseguida me preguntó.
-¿Y esa felicidad tan repentina?
-¿De verdad que no lo sabes? Pensé que ya lo sabías.
-No, ¿qué pasa?
-Vino Dylan, arreglamos las cosas, y todo gracias a Margot.
-Así que se podría decir que estáis saliendo ¿no?
-Se podría decir.
-¿Llevaba o no llevaba razón?
-Sí, con todo. No cogía mis llamadas por celos de Alan, pero el tema ya está solucionado. Tampoco se lo quiero mencionar, no le sienta bien. Esta tarde quedamos y te le presento ¿vale?
-Vale.
Pero a la salida, como siempre, Alan me volvió a preguntar que si quedaba con él esa tarde. Pensé que si le decía la verdad, no se haría más ilusiones.
-¿Te vienes está tarde entonces?
-No, lo siento Alan, pero es que está Dylan aquí y solo se queda hasta el viernes, quiero aprovechar todo el tiempo que pueda estar con él.
-Dylan es…es tu…
-Mi novio, sí
-A vale, pues ya quedaremos.
-Vale.
-¿No has sido un poco dura con él?- dijo Olivia, que estuvo a mi lado durante toda la conversación.
-Merece saber lo que hay, no quiero que se haga ilusiones.
Esa tarde Olivia conoció a Dylan, no parecía que lo acabase de conocer hacía dos minutos, parecía que lo conociera de toda la vida, por la forma en la que hablaba con él. Para mi desgracia la semana pasó volando, y él viernes llego antes de lo esperado. Ese día estaba más decaída que el resto, por lo que los demás pudieron suponer el motivo. Por la tarde Margot y yo llevamos a Dylan al aeropuerto, y Margot me dejó para que me despidiera de él.
-No quiero que te vayas- le dije mientras le abrazaba.
-Yo tampoco quiero irme, pero es lo que tengo que hacer, encontraremos la forma de estar juntos ya verás.- dijo apretándome con fuerza.- Vendré a visitarte, te lo prometo.
-Yo también lo intentaré.- Nos apartamos un poco para poder mirarnos a los ojos, que era lo único que nos hacía falta para expresarlo todo. Me besó, no como si fuera una despedida, si no como un hasta luego.
-Te quiero- susurré.
-Y yo.
Entonces le dejé ir, mientras veía como desaparecía entre el bullicio, volví con Margot.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Elección Capítulo 17

Me quedé allí de pie, paralizada, sin saber que hacer. Esto me parecía más irreal de lo que en realidad era mi vida. Me parecía prácticamente imposible que Dylan hubiera cogido un vuelo hasta aquí cuando no cogía mis llamadas, y lo más raro de todo, había venido a verme a mí, porque estaba en mi casa y Margot estaba fuera.
-¿Qué…que haces aquí?- le pregunté cuando reaccioné.
-Yo…Quería hablar contigo.
-Para eso no hacía falta que vinieras hasta Canadá, con que cogieras mis llamadas te valía.-dije mientras me iba de la puerta, pero Dylan rápidamente me cogió del brazo.
-Déjame explicarme por favor.-dijo mientras soltaba mi brazo. Entonces le miré a los ojos, y supe que por muchas cosas que me hiciera, le seguiría amando.-No soporto verte sufrir, y menos por mi. Siento mucho no haberte cogido las llamadas, no debí hacerlo, pero si me llamabas y descargaba mi furia contigo no podría perdonármelo, así que pensé que lo mejor era eso. Si no hubiera recibido la llamada…olvídalo, posiblemente al cabo de unos cuantos días te hubiera llamado y te hubiese dado esta explicación, pero tenía que venir.- evaluaba mi expresión en cada palabra que decía, que no podía ser otra que de sorpresa, iba a seguir, pero me adelanté.
-¿Qué llamada? y… ¿Por qué ahora si que tenias que venir?
-Tú hermana me llamó, me dijo como estabas y… que era por mí, cosa que me cuesta creer todavía. Dijo que si venía te alegraría, pero parece que se equivocaba con todo- dijo apenado. ¿Por quién iban a ser mis lágrimas si no eran por él? ¿Cómo no iba a alegrarme de que estuviera aquí? Todo el enfado que tuviera se quedó neutralizado al verle, tenía que hacérselo ver, yo tampoco podía verle sufrir.
-No se equivocaba. Le agradeceré a Margot eternamente que te haya traído, y si, fue por ti, todas mis lágrimas han sido por ti- dije medio llorando solo de ver que este momento era real.
-No llores más por favor, no soporto verte así- dijo cogiendo mi cara entre sus manos.- Y tenía que venir por ti, no podía decirte esto sin mirarte a la cara. No podía expresar todo lo que siento por ti en una simple llamada.
Y me besó como si sus palabras no sirvieran como prueba. Me besó de forma tierna y yo seguí el beso encantada. Al rato se separó dejándome respirar.
-Te quiero-susurró.
-Yo también.- dije apoyando mi cabeza en su pecho, disfrutando el momento- Te he echado tanto de menos… ¿Cuándo tienes que volver?
-En una semana, dejé a Emily sola, tampoco quiero alargar mucho su espera. Sabía que venía por ti.
-¿Todos lo sabíais menos yo?
-Era una sorpresa. Además fue idea de tu hermana.
-Solo me queda una pregunta- dije separándome un poco de él para mirarle a la cara-¿Por qué no cogías mis llamadas? Y no me vale con lo de que estuvieses cabreado.
-Para ser más exactos…estaba celoso de ese tal Alan.
-¿De Alan? Yo te quiero a ti, entre Alan y yo no hay nada, es solo un amigo.
-Pero él puede estar todo el tiempo que quiera contigo, yo no, y me frustraba aún más que pudieras sentir algo por él. Es egoísta, pero es lo que siento.
-En serio, no te preocupes, no quiero nada con él. Bueno, ¿podemos ir a buscar a mi hermana? Quería agradecerle que haya hecho esto por mí. ¿Sabes donde está?
-Sí, no creo que esté muy lejos, estoy seguro de que a estado escuchando, ¿tienes alguna idea de donde puede estar?
-No creo que nos esté escuchando, si hubiera querido escuchar se hubiera quedado dentro de la casa. Vamos al parque, puede que esté hay.
-Vale, vamos- dijo cogiéndome de la mano mientras salíamos por la puerta para ir al parque.
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-¿Crees que lo habrán solucionado?-me preguntó Marcos.
-Seguro, no tardarán nada en venir aquí, es el primer sitio en el que buscará Allison.
-¿Entonces que hacemos aquí?
-Esperar a las noticias.
-Yo quería estar a solas contigo…
-Tenemos una semana entera, tú también te vas a quedar en mi casa ¿te parece bien?
-Perfecto.- Y se volvió a acercar como aquella vez que nuestro beso se vio interrumpido, pero esta vez nuestros labios se juntaron y nuestras lenguas se entrelazaron. A pesar de que mi cuerpo empezaba a dar signos de que había un enemigo cerca, un vampiro, los ignoré con todas mis fuerzas. Pero nuestro beso se vio interrumpido por una tos, ambos nos separamos y vimos a Dylan rodeando la cintura a Allison a unos cuantos metros de nosotros. Ambos nos sonrojamos tremendamente.
-Que oportuna hermanita…
-Solo quería agradecerte lo que has hecho lo mi.-dijo alejándose de Dylan y dándome un fuerte abrazo.
-Por lo que veo lo habéis arreglado.- la susurré al oído.
-Sí. Bueno… parejita os dejamos a solas.- dijo volviendo al lado de Dylan.
-No hace falta, ¿por que no nos vamos a tomar algo todos?
-Si pudieran tomar algo…- dijo refiriéndose a Dylan y Marcos.
-Pero Marcos el otro día se tomó un batido, estabas tu presente.- pero en vez de responder ella fue Dylan el que respondió.
-Podemos tomar alimentos humanos, solo que son un poco insípidos y no nos proporcionan lo mismo que la sangre. Una gran ventaja para pasar desapercibido.
-Hay estoy de acuerdo, si Margot no hubiera sido lo que es, dudo mucho que lo supiera.- dijo sonriéndome.
-Bueno pues entonces a la cafetería- dijo Allison.
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De camino a la cafetería todos estábamos muy callados, posiblemente Margot y Marcos por haberlos pillado cuando se besaron y nosotros… bueno disfrutando de poder estar juntos por fin. Sería una semana muy corta, para mí al menos, Margot contaba con el consuelo de ver a Marcos todos los días y a todas horas, pero yo no podía hacer lo mismo con Dylan. Tenía claro que esta semana no me pondría a buscar trabajo, esta semana disfrutaría de cada instante.
Llegamos, tomamos asiento y el camarero nos tomó nota.
-¿Entonces ya está todo bien entre vosotros no?
-Sí, bueno, mejor que bien.- dije apoyando la cabeza en el hombro de Dylan.
-Os lo dije, a los dos, pero claro no quisisteis escucharme…De no ser por mí, los dos no estaríais juntos.
-Ya te di las gracias, te debo una.- dijo Dylan.
-Y yo.
-Allison, lo tenía que hacer, sabía lo mucho que os gustabais y probablemente hubieras acabado liada con Alan si no te demostraba que él también estaba enamorado de ti.-eso no le sentó muy bien a Dylan, que apretó el puño con fuerza. Me acerqué a él y le apreté ligeramente su puño cerrado intentando darle ánimos.
-Ya te he dicho que no quiero nada con él ¿vale? Relájate por favor.- le susurré.
-Me parece que no debería haber dicho nada…
-¿Tú crees?- pregunté a Margot fulminándola con la mirada. En ese momento parece ser que Dylan no podía más se levantó y salió a fuera. Suspiré y salí detrás de él, que se había apoyado en una roca, todavía con los puños cerrados.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Elección Capítulo 16

Me desperté medio adormilada cuando sonó el despertador y bajé a tomarme el desayuno, todavía con la cara con lágrimas de la noche anterior. Margot había hecho tortitas, algo que no era muy común en ella, con sirope y zumo de naranja.
-Buenos días.
-Buenos días…
-¿Ya estás mejor?- esto explicaba lo de las tortitas.
-No, creo que lo mejor es olvidarle.- pensé que a Margot le gustaría la idea, así ella podría tener a Dylan para ella.
-No Allison, no hemos venido aquí para separarte de él. Os queréis y lo demás no importa, no tienes porque olvidarte de él.
-Margot el no me quiere, ya lo estás viendo.
-Si que te quiere, ¿necesitas pruebas para saberlo?
-Sí, las necesito.- dije cuando me sentaba en la mesa.
-Pronto las tendrás.
-¿Cómo?
-Ya lo verás, y cuando sepas que es así, nos vas a tener que dar la razón tanto a Olivia como a mí.
-Pues esperad sentadas.
-¿Y ese estado de ánimo a que viene?
-Lo sabes de sobra.-y me subí a mi habitación a cambiarme para ir al instituto.
Fui todo el camino del instituto en completo silencio, mientras Margot intentaba convencerme y darme ánimos, cosa que no servía de nada. Luego cuando llegamos a clase, Olivia se sumó a Margot. Olivia me dijo que quedara esta tarde con ella para despejarnos, y también invitó a Margot, al final tuve que acceder y así dejaron un poco el tema para el resto del día. A la hora de la comida Margot supo que no iba a cooperar por cambiar mi estado de ánimo al menos hoy y dejó el tema. Cuando terminé de comer me subí a mi habitación y conecté el ordenador para ver mi correo. Mientras cargaba cogí el móvil y lo puse en la mesa, guardando la esperanza de que llamara.
Tenía un nuevo correo de Zoe.
“Allison, no me gusta haber dejado las cosas así contigo antes de irte. Puede que me haya equivocado en lo que respecta a salir de la ciudad. Se que no te parezco una buena amiga por no contarte lo que pasa, pero es mejor que tengas la duda, antes que saberlo, por lo menos de momento. También que me equivocaba respecto a Dylan y a todo en general. Solo intentaba ser una buena amiga, pero creo que he fallado.
Zoe”
Hacía mucho tiempo que no tenía noticias de Zoe, era cierto que no dejamos las cosas bien al marcharme, pero ahora mostraba arrepentimiento, así que decidí contestar.
“No me has fallado como amiga, has hecho más de lo que cualquiera hubiera hecho por mí, me has dicho lo que pensabas, y lo que creías que era mejor. Con respecto a Dylan… no te preocupes, no hay nada entre nosotros, él no me quiere, y yo le olvidaré. Así que por mi todo arreglado, espero que podamos volver a ser amigas.
Allison”
El mensaje de Zoe en cierto modo me alegró algo del día, al parecer las cosas no iban tan mal. Entonces sonó el móvil, lo cogí esperanzada.
-¿Diga?
-¡Allison!
-¡Emily! ¿Qué tal te va?-dije ilusionada pese a no ser quien esperaba.
-Bien, Dylan dice que pronto podré ir a vivir otra vez con mi madre. Te llamo porque al parecer soy la única que no había tenido contacto contigo desde que te fuiste. Pero Dylan te habrá contado todo ¿no?-me alegraba de que me llamara, pero no pude evitar ponerme a llorar al pensar en Dylan.- ¿estás bien?
-Sí, no te preocupes. Me alegro de oírte Emily.
-Y yo Allison. ¿Te pasa algo con Dylan o es mi imaginación? Está muy raro, se le ve…triste.
-Él sabrá lo que le pasa, porque desde luego yo estoy todavía más confusa que tú.
-Y todavía más triste que él. Bueno te voy a tener que ir dejando, espero que te mejores, ya te llamaré. Adiós
-Adiós.
Cuando terminé de hablar con Emily me puse a leer para matar el rato hasta que fuera la hora de prepararme. Cuando llegó la hora, cogí mi bolso y baje haber si estaba Margot.
-¿Margot estás lista?
-¡Sí ya bajo!
Bajó corriendo poniéndose un pendiente mientras bajaba las escaleras.
-¿Desde cuándo te arreglas tanto?
-Pues… desde que quedo con Marcos.
-Tú…. ¿Tú y Marcos? Vas de vampiro en vampiro ¿no?
-Vale me gusta, estamos conociéndonos todavía. Se supone que le tendría que odiar a muerte por eso de la vieja leyenda, pero es que me es imposible.
-¿Entonces no quedas conmigo y con Olivia?
-Sí, he quedado más tarde con Marcos.
-Vale, vamos que llegamos tarde.
Estuvimos en la cafetería después de que Margot se marchara con Marcos y antes estuvimos dando una vuelta para conocer todavía mejor la ciudad. Me estuvieron hablando sobre Alan, por como todas las chicas estaban coladas por él y por como lo estaba desperdiciando yo. Yo a cambio les estuve hablando de Dylan, de todo lo que tenía que ver con él en general, conteniendo las lágrimas. Ellas se dieron cuenta y cambiaron de tema rápidamente.
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Salí corriendo de la cafetería hasta ir al parque donde había quedado con Marcos, que me estaba esperando en un banco.
-Siento llegar tarde.
-No pasa nada, ¿estabas con tu hermana?
-Sí, está hecha polvo, espero que mañana se puedan solucionar las cosas.
-¿Qué pasa mañana?
-Viene Dylan, pero tú no la digas nada, es una sorpresa.
-Dylan es el vampiro del que estabas enamorada ¿no?
-Sí, no te preocupes, le voy a olvidar.- vi como agachaba la cabeza, para ocultar algún sentimiento que no quería que supiera- Y estoy segura de que tú me vas a ayudar a olvidarle ¿verdad?
-¿Y si…si no le consigues olvidar?-le levanté la cabeza para poder mirarle a los ojos.
-Escúchame, le voy a olvidar, sí o sí, porque tú te lo mereces.- entonces me sonrió, nuestras caras estaban muy cerca y sus labios a punto de rozar los míos cuando sonó el móvil. Nos quedamos paralizados, pero reaccioné y lo cogí.
-¿Diga?
-Margot, estoy en el avión, llegaré en 1 hora allí.
-¿Pero porque no cogiste el vuelo de 1º hora de mañana como te dije?
-No quedaban vuelos de primera hora para mañana.
-Da igual, hasta mañana no la vas a ver.
-¿Por qué?
-Se va a quedar a dormir en casa de Olivia- dije sin pensar.
-Está bien.
-Bueno no te preocupes, ahora voy al aeropuerto, hasta luego.
-Hasta luego.-y colgué
-¿Era Dylan?
-Sí, tenemos que ir al aeropuerto.-me miró con cara de asombro cuando usé el plural- sí, tu te vienes, se supone que había quedado contigo ¿no?
-Sí- dijo sonriendo.
Llamé a Olivia para decirle que si Allison se podía quedar en su casa a dormir y fuimos hasta mi casa a por el coche, puesto que el aeropuerto no estaba precisamente cerca. Sabía que estaba preocupado porque yo todavía no había conseguido olvidar a Dylan, porque estuvo la mayor parte del trayecto callado. Cuando llegamos nos tocó esperar un rato hasta que vimos aparecer a Dylan con una maleta entre la multitud de gente que acababa de bajar del vuelo.
-Hola.- dijo primero mirándome a mi y luego a Marcos.
-Hola. Bueno os presento, Marcos este es Dylan y Dylan este es Marcos.
-Encantado.
-Igualmente. Imagino que sabrás que es.
-¿Cómo no lo voy a saber? Os reconozco en cuanto os huelo.
-Espero que no haya más licántropos aquí.
-Soy una única que yo sepa. Bueno vamos, te tengo que enseñar la casa antes de que venga Allison.-dije mientras íbamos hacia el coche y arrancaba.
-¿No se iba a quedar a dormir en casa de una amiga?
-Sí, pero mañana por la mañana vendrá a por las cosas del instituto imagino. De todos modos si quieres hablar con ella espérate a que venga.
-¿Crees que me escuchará?
-Seguro, veo como se pone el móvil cerca esperando a que la llames.
-La estoy haciendo sufrir y no me gusta que este así.
-Pues ya tenéis toda la semana para arreglarlo. A no ser que te quieras quedar más tiempo.
-No puedo, le dije a Emily que estaría una semana a lo mucho fuera.
-¿Sabe a lo que venias?
-Sí.
-Entonces lo entenderá.
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Olivia recibió una llamada cuando me iba hacia mi casa, y me paró.
-Allison, hoy te quedas a dormir en mi casa, y no discutas, no merece la pena vas ha hacerlo al fin y al cabo.
-No me voy a sentir mejor, ni me voy a olvidar de él porque vaya.
-Da igual, tú te vienes.
Así que al final me tocó pasar la noche en casa de Olivia que me dejó un pijama suyo. Al día siguiente fui a mi casa a por la mochila y me fui con Margot al instituto, que estaba de un humor excelente. El día fue muy tranquilo, Alan me preguntó que si nos íbamos con él y con Marcos a dar una vuelta, pero Margot dijo que ya habíamos quedado, a lo que Alan no se opuso. Ciertamente ella había quedado ya con Marcos, pero yo no, creo que supo que no quería quedar a solas con Alan.
Llegué a casa sola, puesto que Margot dijo que se iba a comer con Marcos, cosa que me extrañaba. Subí a mi habitación, y allí de pie mirando a la ventana estaba Dylan, que se giró cuando me oyó detenerme.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Elección Capítulo 15

Quedé con Olivia para ir a casa de Alan en un parque que había cerca de la cafetería donde estuvimos el otro día, que al parecer quedaba cerca de su casa.
-Hola- me saludó mientras agitaba la mano enérgicamente.
-Hola…-dije todavía bastante desganada.
-¿Qué te pasa? ¿Otra vez Dylan?- No me podía creer lo amiga que me había hecho de Olivia en estos días, la contaba casi todo, quitando el hecho de lo que en realidad era, cosa que no creo que pudiera confiarla.
-Si, me llamó como hizo ayer, pero en cuanto mencioné que ayer salí con Margot, Alan y Marcos se puso seco y buscó una escusa para colgar.
-Entonces eso solo me indica que tu hermana llevaba razón con respecto a lo de sus sentimientos…
-¿Cómo?
-Piénsalo, es como un puzzle, le mencionas a Alan y te corta.
-No, seguro que no es eso.
-Todo se verá.
Llegamos a casa de Alan, llamamos al timbre y subimos.
-Hola chicas.
-Hola
-Bueno venir y así copiáis los apuntes.
Nos tumbamos en el suelo a copiar, puesto que el escritorio era bastante pequeño como para ponernos a copiar todos. Olivia y yo nos tumbamos una al lado de otra para poder ver bien los apuntes y Alan se puso enfrente. A los 10 minutos Olivia había terminado, y a mi me faltaba la mitad todavía.
-Bueno chicos yo me voy, mi madre me dijo que en cuanto terminase a casa. Mañana nos vemos.
Antes de que se marchara por la puerta la fulminé con la mirada, pero ella sonrió y se fue.
-Bueno parece que nos hemos quedado solos…-dijo Alan
-Tranquilo yo también me voy a ir, termino y ya.
No podía creer que Olivia me hubiera dejado sola, pero como no podía hacer nada me puse a copiar con mayor rapidez.
-Puedes quedarte el tiempo que quieras.
-Gracias- fue todo lo que pude decir, cada vez las suposiciones de Margot eran más ciertas.
-Bueno, me voy. Gracias por los apuntes.- dije cuando hube terminado dispuesta a salir por la puerta.
-Espera te acompaño, estas calles son un poco liosas hasta que te acostumbras.
Fuimos todo el camino en silencio hasta llegar a casa, Alan se fue y yo entré y llamé a Margot.
-¿Margot?
-Estoy aquí- la voz venía del piso de arriba, así que subí, tenía que contarle cosas.
-¿Qué tal con Alan?
-Olivia me dejó sola, ¿y tú con Marcos?
-Bien.
-¿Solo bien?
-Bueno… Él sabía lo que yo era, y yo lo que él era. Al olernos lo supimos y nos parecía ridículo seguirlo ocultando, esto implicó que supiera lo que eras tú. Prometió guardar el secreto, si nosotras guardábamos el suyo. No supone una amenaza, estamos a salvo. Bueno cambiando de tema…¿te volvió a llamar Dylan?
-Sí, pero no creo que lo vuelva ha hacer…
-¿Cómo que no? Me parece que me tienes que contar algo.
-Le conté que había quedado con Alan, se puso seco y se inventó una escusa para colgar.
-Está celoso…
-A esa conclusión también ha llegado Olivia. Pero no tiene motivos, no tengo nada con Alan.
-Pero tampoco lo tienes con él… Y Alan está más cerca de ti. Bueno, de todas formas si no te llama él, le llamas tú, seguro que te lo coge.
Al día siguiente Margot y Olivia me estuvieron dando ánimos, pero por la tarde él no llamaba, así que cogí el móvil y le llamé yo, pero no tuve respuesta.
-¿Con qué me lo iba a coger?
-Allison seguro que se le pasa, ya verás.
Pero yo ya no podía más, si de verdad sentía algo por mí como mínimo me cogería el móvil. Cansada, me puse a llorar y me metí en la cama para dormir, mientras veía como Margot salía de la habitación.
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Había hecho bien intentando olvidar a Dylan, veía lo que Allison sufría por él. Pero había llegado el momento de dejar mis sentimientos hacía un lado para ayudarla como pudiera. Cogí mi móvil y lo puse en oculto, si a ella no se lo cogía menos a mí, pero bueno se podía intentar. Marqué el número y esperé hasta que alguien contestara.
-¿Diga?
-Dylan soy Margot, no me cuelgues si de verdad quieres a Allison.
-¿Qué quieres?
-Preguntarte porque no coges sus llamadas. Por tú culpa está llorando en su cama.- Pero o obtuve respuesta, así que seguí- Dylan se lo que sientes por ella, se te nota mucho, y a ella también.
-¿Cómo?
-Sí, si ella está llorando es por algo ¿no? No sabes lo que la costó alejarse de ti, todavía sigue lamentándose no poder estar allí contigo.
-Ella me ve solo como un amigo.
-Te equivocas. ¿Por eso no la llamas? ¿Por celos?
-Sí, no quería darla una mala contestación, y sabía que si me llamaba y me volvía ha hablar de ese chico lo haría. Lo mejor era no contestar.
-Así que es por Alan ¿no?
-Sí, ¿que sabes de él?
-Pues que Allison no quiere nada con él por ti, pero él si que lo quiere con ella, eso está claro, así que o te das prisa o si que vas a tener razones para estar celoso.
-¿Y qué puedo hacer?
-Venir, la darías una sorpresa, y así te podrías declarar.
-Pero…
-No te va a decir que no, y esta casa es muy grande, puedes quedarte el tiempo que quieras.
-¿Entonces cuando puedo ir?
-Que te parece…¿dentro de dos días?
-El viernes, bien, allí estaré.
-Coge el de madrugada, luego te recojo en el aeropuerto antes de que venga ella y así la damos la sorpresa.
-Está bien. Bueno Margot… Gracias.
-No hay de que, que conste que lo hago por ella.
-Lo se. Adiós.
-Adiós.-Y colgué.
Ahora si que me tenía que olvidar de él definitivamente, y lo iba a conseguir.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Elección Capítulo 14

-Vamos, que ni si quiera aquí estamos seguras ¿no?
-No, todavía no se nada de él, solo eso, pero ya no hay vuelta de hoja.
-Crees que Alan…
-No, Alan no es un vampiro, estoy segura.- No se porqué pero me alegró que no lo fuera. Algo absurdo teniendo en cuenta que el chico que me gustaba lo era.- Pero no te preocupes, averiguaremos lo que podamos.
Subí a mi habitación para irme a dormir, puesto que se había hecho tarde y mañana tenía instituto. No sabía la verdadera razón de la preocupación de Margot, Dylan también era vampiro y no tuvo esa reacción al descubrirlo. Además de la preocupación de Margot, en esos momentos me venía a la mente Alan, no podía creer que las suposiciones de Margot fueran ciertas, pero todo apuntaba a que así era. Me metí en la cama, demasiado cansada para seguir dándole vueltas, y me dormí enseguida.
A la mañana siguiente de camino al instituto, nos cruzamos con Olivia y sus amigas, que se unieron a nosotras.
-¡Hola chicas!
-Hola- respondimos Margot y yo a la vez.
-¿Qué tal os fue ayer?
-Bien, por la tarde salimos con Alan y Marcos a dar una vuelta.- Olivia puso cara de sorpresa, y supe que habría sido mejor no mencionar nada del tema…
-¿Así que Alan y Marcos eee? Lleváis un día aquí y ya estáis saliendo con los tíos más buenos de todo el instituto. Más de una querría estar en vuestro lugar.
-No estamos saliendo con nadie.
-Pues no lo parece.- Pero nuestra conversación se vio aplazada, porque sonó el timbre y fuimos a clase. Tuve la suerte de que me tocara Historia con Olivia, por lo que volvió a abordar el tema.
-Haber Allison, Alan no ha salido nunca con una chica el primer día de conocerla, reconoce que es raro al menos, siente algo por ti seguro.
-Que lo sienta él no significa que yo lo sienta, y por mi parte esta claro que no hay nada.
-¿Es por ese chico que me dijiste no? Se llamaba… Dylan ¿no?
-Sí…, Margot dice que él siente lo mismo, pero… no lo se, y al paso que voy no lo voy a saber.
-Si Margot lo dice es por algo.
-Solo porque me llamó y me dijo que me echaba de menos.
-Hay tienes la pista.
-De verdad que espero que lleves razón.
-Créeme, la llevo.- dijo con tanta convicción que me pareció totalmente real.
-Pero, en el caso de que la lleves, ¿Cómo lo voy a saber?-El profesor nos pilló hablando y me llamó la atención a mi.
-Señorita Allison, me puede decir que es lo que estábamos dando en esta página.
-No lo se.
-Bien, pues la señorita Olivia y usted van ha hacerme un resumen de esta página, y a ser posible me añaden los apuntes de clase.- En ese momento sonó el timbre, por lo que no pudo mandarnos nada más, y Olivia yo salimos disparadas de clase.
-Genial, 2 días aquí y ya tengo mi primer castigo. ¿De dónde narices voy a sacar yo los apuntes? Porque seguro que ni Elisabeth ni Nicole han atendido ¿no?
-Ni idea, tienen días que sí y días que no.
-Perfecto…
-Bueno, ¿por donde íbamos?
-Que como voy a saber si llevas razón.
-Fácil, declarándote.
-No puedo… Porque ¿y si dice que no?
-Lo superarás, si no siempre tienes a Alan…
-Alan es solo un amigo…- Y en ese momento, apareció Alan a nuestro lado, mientras Olivia me lanzaba una mirada de “te lo dije”.
-¿Hablabais de mi?- perfecto, como si no tuviera bastante.
-Sí, le preguntaba a Olivia que si tú podías tener los apuntes de Historia.
-Sí, ¿por qué no te vienes a mi casa esta tarde y lo copias?
-Vale, pero Olivia también tiene que copiarlo.
-Pues veniros las dos, además Olivia sabe donde vivo así te lleva. ¿A las 4 en mi casa?
-Vale. Bueno me voy, luego nos vemos.- Y Alan se fue hasta su clase, a mí ahora me tocaba Biología, que iba con Olivia y con Margot, así que tenía conversación para rato.
-Te lo dije…
-Espero que no me dejes sola.
-Haré lo que pueda…Voy a contárselo a tu hermana.
-¡No lo hagas!
-¡Hola Margot!- Dijo Olivia con alegría.
-Hola chicas.
-¿A que no sabes que a pasado?
-Que Allison ha quedado con Alan.
-Exacto, ¿cómo lo sabías?
-Intuición…
Después de esto, él día transcurrió tranquilo, salvo por las risitas de Olivia y Margot sobre esta tarde, lo que me hacía pensar que al final, acabaría sola con Alan. Sin embargo, de camino a casa, descubrí que Margot había quedado con Marcos.
-Solo es para averiguar cosas.
-Solo lo vas a saber cuando le digas lo que eres, y ambas sabemos que no lo vas ha hacer, así que hay algo más.
-¿Y lo tuyo con Alan?
-Yo no quiero nada con Alan, sabes que a mi el que me gusta es Dylan.
-¿Entonces?
-Estábamos hablando de Dylan Olivia y yo cuando el profesor nos pilla y nos manda hacer un resumen con apuntes, y como no tenemos los apuntes, se los pedí a Alan, que apareció en el pasillo cuando le dije a Olivia que él era solo un amigo. Fin de la historia.
-Te creo, simplemente porque se lo mucho que te gusta Dylan.
Ese mismo día, cuando terminamos de comer Dylan me volvió a llamar. Estuvimos un rato hablando, donde volví a preguntarle que tal por allí y el lo mismo a mi, pero la conversación acabó de manera brusca.
-¿Y al final ayer que tal te lo pasaste?
-Pues muy bien, Margot y yo fuimos con Marcos y Alan a dar una vuelta. Hoy ella ha quedado con Marcos y yo he quedado con Alan y Olivia para copiar unos apuntes.
-Me alegro de que te vaya bien- dijo con un tono seco, que me dejó desconcertada- Bueno Allison, te tengo que dejar, voy ha hacer el trabajo de ciencias para mañana. Adiós.
-Adiós…
Dylan nunca se ponía de esa forma conmigo, mi único consuelo era que mañana volviera a estar de buenas y llamara, porque si no lo iba ha hacer yo. Más tarde hablaría de esto con Margot y Olivia.

martes, 9 de noviembre de 2010

Elección Capítulo 13

-Sí, soy Allison. Encantada.
-¿Ya has conocido a alguien de por aquí?
-Si, esta mañana e conocido a Olivia, Elisabeth y Nicole. ¿Las conoces?
-Si, fuimos al colegio cuando éramos pequeños, somos muy buenos amigos.
¿Qué clase es la que te toca ahora? A lo mejor te puedo ayudar a encontrarla.
-Biología, la verdad es que en el mapa viene muy mal expresado.
-Has tenido suerte, también me toca a mi.
Seguimos caminando hasta llegar al aula de biología, donde también estaba Margot. Fui ha hablar con ella, y Alan me siguió.
-¿Qué tal te va por aquí?
-Pues mal, para que te voy a engañar. Salvo las chicas de esta mañana no e conocido a nadie más. Pero veo que tu no has perdido el tiempo…-dijo mirando hacia Alan.
-Es solo un amigo Margot-dije tan bajito que estuve segura que el no pudo escucharme, pero Margot si, porque sonrió.
-Bueno ahora me doy cuenta, no os he presentado. Alan, esta es Margot mi hermana, Margot, este es Alan.
-Encantado.
-Igualmente.
-Bueno, ya que estamos de presentaciones…-Llamó a dos chicos que estaban en el otro extremo de la clase hablando y ellos vinieron.- Bueno chicas, estos son Iker y Marcos. Chicos, estas son Allison y Margot, son nuevas.
-Un placer conoceros.
-Igualmente.
Él día se pasó mas deprisa de lo que nos imaginábamos. Nuestro primer día y ya teníamos amigos nuevos, algo que ni Margot ni yo, nos hubiéramos imaginado ni de lejos, al parecer no todo era tan malo como parecía. Cuando terminaron las clases, nos dimos las direcciones, los teléfonos y los e-mails, para poder contactar después de clases.
-Creo que ese Alan busca algo contigo…-Me dijo Margot de camino a nuestra nueva casa.
-Margot, lo acabo de conocer hoy, es imposible
-He hablado con Olivia, dice que nunca se porta así con ninguna chica que no sea ella y sus amigas, y porque las conoce desde pequeñas que si no… Vamos que se ve a leguas Allison.
-¿Ahora te las das de adivina?
-Yo solo te digo lo que veo, ya verás como esta tarde te llama, fijo.
-Ya verás como no- dije sacándola la lengua.
-Bueno ya se verá.
Llegamos a casa y comimos tranquilamente. Después nos pusimos ha hacer deberes, que no teníamos demasiados. Conecté el portátil, iba a enviar unos cuantos de correos. Mientras se cargaba, empezó a sonar el móvil. Empecé a pensar que sería Alan, y que tendría que darle la razón a Margot, pero en lugar de Alan, me llamaba ora persona.
-¿Diga?
-Allison, soy Dylan.
-¡Dylan! ¡Cuanto me alegro de oírte!, te hecho de menos.
-Y yo a ti.-esas palabras me brindaron una pequeña esperanza, a lo mejor él sentía lo mismo que yo.- Bueno, ¿que tal te ha ido el día?
-Pues muy bien, he hecho nuevos amigos.
-Me alegro de que te vaya tan bien.
-¿Y tú que tal por allí? ¿Qué tal va Emily?
-Bien, todos te echan mucho de menos, y Emily va acostumbrándose, de momento esta viviendo conmigo, pero dentro de poco estoy seguro de que podrá regresar con su madre, tendremos que inventarnos algo.
-Espero que sea pronto, su madre estaba destrozada…
-Bueno, te tengo que dejar, me voy a ir a cazar con Emily.
-Vale… Adiós.
Cuando colgó Margot subió arriba a mi habitación.
-¿Qué llevaba o no llevaba razón?
-No fue Alan.
-¿Entonces?- se quedó mirándome y parecía que mi cara de esperanza le había dado la respuesta.-Dylan… ¿no?
-Sí, dice que me hecha de menos.
-Y tú a él también
-Yo…-Pero no sabía que decir, y agradecí que Margot me cortara.
-Se os ve, Allison, tú estás coladita por él, y él por ti.
-No estoy tan segura de la última parte…
-¡Por Dios Allison! No se como puedes estar tan ciega, tuvisteis una cita.
-Sí, pero aún así, ¿cómo estas tan segura de que siente algo por mi?
-Porque…
-Margot dímelo
-Yo… también sentía algo por él en un principio, pero… sabía que él estaba enamorado de ti en realidad, y no podía hacer nada por evitarlo. Veía como te miraba… y bueno, decidí que lo mejor era olvidarme de él.
-Eso explica lo de la foto… ¿por eso nos vinimos aquí? ¿Para que le olvidaras?
-No Allison, ya sabes que estamos aquí por nuestro bien.
-Pero esto también te ayuda a olvidarte de Dylan… Que tú te quieras olvidar de él no significa que yo me tenga que olvidar.
-Y no te estoy pidiendo eso, simplemente venir aquí ha sido por prevención.
Pero la charla se vio interrumpida, porque volvió a sonar el móvil, y lo cogí esperanzada de que fuera Dylan de nuevo, y lo que había dicho Margot fuese real.
-¿Sí?
-Hola Allison, soy Alan, me preguntaba si querríais tu hermana y tu dar una vuelta conmigo y con Marcos.- Margot seguramente lo había oído todo, así que la miré esperando respuesta, y asintió lentamente con la cabeza.
-Vale, ¿a qué hora y dónde?
-¿Te parece bien a las… 6 en el bosque que hay enfrente de tu casa?
-Vale, allí estaremos.- colgué y Margot me miró de forma inquisitiva.
-¿Y bien?- preguntó
-Vale, te concedo lo de la llamada, pero de momento te tendrá que bastar con eso.
-Pronto me reconocerás el resto.
-Todo se verá, ahora prepárate, tenemos 20 minutos.
Estuvimos preparadas en menos tiempo del previsto, y bajamos al bosque a esperarlos. A los 2 minutos llegaron a nuestro lado.
-Perdón por el retraso chicas.-dijo Alan.
-Hemos sido nosotras que hemos llegado antes, no os preocupéis.
-Bueno pues ya estamos todos, ¿que tal si vamos a la cafetería?
-Vale, vosotros guiáis, que no conocemos todavía esto.
-No hay problema.
Fuimos los 4 juntos caminando hasta la cafetería. Cuando llegamos, Alan se sentó a mi lado, por lo que Margot se sentó al lado de Marcos, que no paraba de mirarla. Estuvimos hablando mientras, y cuando terminamos, nos llevaron a dar una vuelta por lo que sería nuestra nueva ciudad. Se hizo tarde y Alan insistió en llevarnos a nuestra casa. Yo iba a subir a mi habitación, pero vi a Margot parada delante de la puerta.
-¿Margot te pasa algo?
-Ese chico, Marcos… Es un vampiro Allison.

martes, 26 de octubre de 2010

Elección Capítulo 12

Cuando nos hubimos alejado empecé a llorar otra vez. Margot me conocía muy bien, sabía que era mejor no decir nada cuando estaba así. Pasados unos 15 minutos llegamos al aeropuerto para coger un vuelo hacia Canadá. El viaje se me hizo muy corto, pero en ese tiempo me dio tiempo a pensar y a convencerme de que Margot lo hacía por nuestro bien, y ahora no podía negárselo con lo de Emily tan reciente. En poco tiempo llegamos a nuestra futura casa, que era muy grande para dos personas.
-Margot, podíamos vivir en una casa más pequeña, solo somos dos, y seguro que esto cuesta una pasta.
-Era lo único disponible que había por la zona, tampoco es muy cara, pero vamos a tener que ponernos a trabajar para pagar el alquiler.
-Está bien, voy a escoger habitación.- Subí las escaleras y fui mirando las habitaciones hasta que encontré una en la que la ventana daba a un bosque. En cierto modo era como si volviera a estar en casa, así que bajé a por la maleta y la fui deshaciendo ordenando mis cosas por la habitación. Probablemente mañana me tocaría conocer el nuevo instituto, y eso significaba conocer nueva gente. Nunca había sido muy sociable, era más bien tímida y me costaba relacionarme, supongo que era el momento de superarlo. Cuando terminé conecté el portátil y decidí a enviar un correo a mis amigos diciendo que había llegado y que les mandaría a menudo noticias mías. Mientras el correo se enviaba miré por la ventana y vi aquel bosque, que tanto me recordaba al de mi casa, así que cogí mi chaqueta y salí a explorarlo. Era incluso más bonito y relajante que al que estaba acostumbrada, me pareció un buen sitio para desconectar. Llevaba un buen rato caminando cuando empecé a oír pasos, así que me dí la vuelta para llegar a casa, los pasos fueron en aumento y yo empecé a correr. Por suerte la puerta estaba abierta, la abrí corriendo, entré y subí corriendo a mirar por la ventana, pero no había nadie, a lo mejor eran tonterías mías y no me estaban siguiendo. Miré el reloj y ya eran las 12, así que me tumbé en la cama a dormir, mañana me costaría más levantarme.
Esa noche volví a soñar con aquel sueño que me acechó hace mucho, pero esta vez era más nítido. Yo estaba agarrada por dos personas, mucho más fuertes que yo, intentaba moverme, pero no podía, mi cuerpo estaba inmovilizado, no reaccionaba, y mientras veía alejarse a Dylan inconsciente arrastrado por un hombre. Yo quería correr y gritar, evitar que se lo llevaran, pero no podía. Pero también estaban Zoe, Emily y Margot allí tiradas, y yo estaba allí parada, sin poder hacer nada. Me desperté sobresaltada a causa del sueño, ¿por qué volvería a soñar con eso? Miré el despertador, solo quedaban 5 minutos para que sonara, así que me levanté a desayunar y allí estaba Margot en la cocina.
-Buenos días, ¿has dormido bien?
-Para nada…
-Mira Allison, se que no quieres estar aquí, pero te acostumbrarás, sabes que esto es…
-Si por nuestro bien- la interrumpí- pero no va a gustarme más por el hecho de que sea por nuestro bien, de todas maneras no es por eso.
-¿Entonces?- dijo mientras se metía la tostada en la boca.
-Es una pesadilla que me lleva rondando mucho tiempo,-hay me puse a pensar en lo que me había advertido Zoe.- ¿y si Zoe llevaba razón?
-Mira Allison, estamos aquí y no nos ha pasado nada, de veras no te preocupes.
Decidí no darle más vueltas al tema, ya estaba bastante nerviosa con el instituto. Cuando terminé de desayunar me fui a mi habitación a cambiarme de ropa, no sabía que ponerme, pero al final opté por unos vaqueros, mis converse y una camiseta con una chaqueta. Magot y yo salimos juntas de casa para ir al instituto. Su compañía me agradaba, así me daba cuenta de que no estaba tan sola como pensaba, la tenía a ella. Sabía que no lo estaba pasando bien, a ella también la daba pánico ese primer día.
-Margot ¿estás bien?
-Si, son solo los nervios. Seguro que conocemos a gente ya verás.-Lo decía más para ella que para mí.
-¿No eras tú siempre la que me infundaba ánimos? Creo que es mi turno…
-No seas tonta- y me dio un ligero codazo.
Parecía que después de todo el mal rato del viaje volvíamos a comportarnos como antes. Llegamos poco después al instituto, donde nada más entrar la gente ya estaba cuchicheando y señalando en nuestra dirección. Me recordé que era la hora de superar mi actitud a conocer gente, pero no me imaginé que me resultara tan fácil, no sabía cual era el aula de la siguiente clase y vi a una chica que estaba sola buscando los libros en su taquilla.
-Perdona… ¿sabes donde está el aula de Historia? Es que soy nueva y me toca ahora.-la chica cerró su taquilla y me miró con expresión amigable.
-También me toca esa clase, te acompaño. Soy Olivia.
-Yo Allison, y está es mi hermana Margot, encantada.
-Encantada de conocerte Olivia-Respondió Margot.
-¿Qué clase te toca a ti Margot?
-Arte, ¿sabes en que aula es?, no me apaño con los planos.
-Sí, todo el pasillo recto y giras a la derecha, no tiene perdida.
-A vale, gracias, me voy chicas, hasta luego.
-Hasta luego.-respondimos Olivia y yo a la vez.
-Entonces vosotras sois las nuevas…Llevan hablando todo el día de vosotras, debe de ser incómodo…
-Bastante, intento ignorarlo, yo habría hecho lo mismo.- Y entonces me acordé de cuando llegó Dylan al instituto y se me escapó una lágrima.
-¿Estas bien?
-Si es solo…Dylan.
-¿Es tu novio?-Me hubiera encantado poder decir que si, que fuese cierto, y poder estar con él.
-No, ya me gustaría.
-Bueno no te pongas triste, y… hemos llegado.
Al entrar dos chicas saludaron a Olivia, y ella las saludó con la mano y e acercó a ellas, yo iba a coger asiento pero Olivia me cogió del brazo y me presentó.
-Bueno chicas esta es Allison, es nueva aquí. Y Allison estas son Nicole y Elisabeth.
-Encantadas Allison.
En ese momento llegó el profesor y me tocó coger asiento. Olivia me dijo que me sentara con ella, y Elisabeth y Nicole se sentaron juntas.
La clase pasó bastante deprisa, y ahora me tocaba arte, por lo que no me tocaría con mi hermana ni con Olivia y sus amigas, a las que les tocaba Lengua. Recordé las señas que le hizo Olivia a Margot para llegar a la siguiente clase. Llegué tarde, porque el profesor ya estaba sentado y me mandó sentarme al lado de un chico de pelo negro y ojos verdes. Era bastante guapo, pero eso solo hizo que me acordara de Dylan. Intenté sacarme su recuerdo de la cabeza, pero me resulto imposible. Así que la hora me la pasé pensando en él. Al terminar la clase, el chico me empezó ha hablar.
-Hola, ¿tu debes de ser nueva no? Yo soy Alan, encantado.

sábado, 9 de octubre de 2010

Elección Capítulo 11

-Pero…
-Venga vamos, la vamos a llevar a mi casa antes de alguien se de cuenta de que está aquí, luego te lo explicaré todo.
Fuimos de camino a su casa mientras yo iba pensando en todo lo ocurrido. Últimamente mi vida había pasado de ser una vida normal, como otra cualquiera a ser todo lo contrario. La existencia de seres mitológicos antes la encontraba más de un mundo de fantasía y ahora, era mi mundo. Mientras iba pensando en esto Dylan llevaba a Emily en brazos, sujetándola como podía, pues no paraba de moverse y gritar. Llegamos a casa de Dylan y la puso con cuidado en una de las habitaciones y cerró la puerta. Cuando hubo terminado se dispuso ha hablarme.
-¿Cómo sabías que estaba allí?- Esa pregunta se me hacía difícil de responder, puesto que seguía dándole vueltas a como había podido soñar con aquello.
-Lo soñé, soñé que la veía retorcerse y parecía tan real…- en ese momento me estremecí ante el recuerdo, era algo que más bien parecía una pesadilla.
-Bueno tranquila todo paso.- Y en ese momento me abrazó, yo me sentía a gusto en sus brazos, y la verdad me venía muy bien, así que me apreté más contra él. Pero a los pocos minutos se separó y me empezó a hablar.
-Te prometí que te explicaría todo.
-Así es. ¿No eras el único vampiro de la zona?
-Sí, eso es lo que me preocupa, si hay más no deben de rondar muy lejos, y eso no es bueno.
-¿Y ahora que vamos ha hacer con ella? ¿Qué les vamos a explicar a los demás?
-La enseñaré a controlarse, me quedaré con ella hasta que aprenda, cuando sepa, me inventaré algo para que no se preocupen.- En ese momento supe que no sabía como iban a acabar las cosas, me quedaría sin saber un montón de cosas más a partir de esta noche. Intenté luchar contra mis sentimientos, pero no pude, empecé a llorar y Dylan me volvió a abrazar sin decir una sola palabra. A medida que pasaba el tiempo me sentía más cansada, y entonces fue cuando fui consciente que todavía era de noche, intenté mantenerme despierta pero me dormí en los brazos de Dylan a pesar de mis débiles intentos por mantener los ojos abiertos.
Me desperté confundida en una habitación que no reconocía, entonces me di cuenta de que estaba en casa de Dylan así que me levanté para buscarle. Oí ruidos en una de las habitaciones y me asomé, estaban Emily y Dylan hablando pero Dylan me hizo una seña con la mano para que pasara.
-Hola… ¿Qué tal te encuentras?- Le pregunté a Emily con miedo de que se encontrase peor por el hecho de estar yo allí, que era humana.
-Bien. ¿Y tú?
-Bien- mentí- creo que no es muy buena idea que esté aquí Dylan…
-Allison no pasa nada, a ti no te puede hacer daño, no eres del todo humana y aunque tienes sangre humana, no hueles tan apetecible como el resto.-Dijo esbozando una sonrisa. La verdad es que eso me reconfortaba un poco, así nadie estaría pasando un mal rato para no matarme.-Además es bueno que estés porque así Emily se acostumbra un poco.
Estuvimos hablando un rato, y la verdad es que me vino bien pasar un rato con mi amiga antes de despedirme. El día se me pasó muy rápido, comí en casa de Dylan, y estuvimos recordando viejos tiempos, pero llegó al hora de irme.
-Bueno chicos, creo que me tengo que ir, Margot se preguntará donde estoy, seguramente tendrá ya preparado el coche.
-Yo te acompaño- dijo Dylan, y yo no le iba a decir lo contrario.
Dejamos a Emily en casa y nos fuimos a la mía caminando despacio, yo no quería darme prisa para irme donde no quería ir. Sabía que Margot me arrastraría si hacía falta para que fuese con ella. Si lo que decía Zoe era cierto, estaríamos cometiendo el mayor error de nuestra vida, algo muy malo pasaría, y la verdad, ahora lo creía más posible que antes. Finalmente llegamos a mi casa y tal y como me esperaba Margot estaba esperándome para irnos.
-Vamos Allison, tenemos que coger un avión y llegaremos tarde, te doy 5 minutos para que te despidas.- en ese momento se fue hacia el coche, para darme mis últimos 5 minutos aquí.
-Yo… espero que sigamos siendo amigos aunque estemos lejos…- No me salían las palabras, en ese momento me puse a llorar y fui yo la que abracé a Dylan, ahora me daba cuenta de lo que sentía por él, ahora que me iba.
-No te preocupes, lo seguiremos siendo.
Me aparté de él con lágrimas en los ojos todavía y me fui al coche, me senté en el asiento trasero, y me despedí de el con la mano mientras veía como desaparecía por el cristal.

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