viernes, 13 de julio de 2012

Sueños Cumplidos Capítulo 15

Capítulo 15.- Alegrías y tristezas.

         Me desperté sobresaltada, había soñado algo muy malo, pero no podía cumplirse, yo lo tenía que impedir. Me levanté y me preparé para ir al instituto. Bajé y como siempre, Andy me estaba esperando. Nos dimos un ligero beso en los labios y fuimos agarrados de la mano mientras caminábamos hacia el parque.
         -¿Te pasa algo?- me preguntó Andy.
         -Nada- mentí.
         -Algo te preocupa, cuéntamelo.
         -No enserio, no es nada grave.
         -No quiero que haya secretos entre nosotros Lidia, cuando quieras me lo puedes contar.
         -Gracias- dije mientras le abrazaba con fuerza.
         -Bueno venga, que Sabrina nos está esperando.
         -Con respecto a Sabrina… La ha dejado John, está bastante sensible, intenta no mencionarla mucho el tema.
         -Vale, pero no es eso lo que te preocupa ¿no?
         -No.
         -Tranquila, se solucionará.
         Sabrina intentó estar más feliz para no preocupar a nadie, pero lo disimulaba muy mal. Yo sin embargo estuve muy preocupada y pensativa. ¿Y si ocurría? No quería ser así, no quería que todo lo que soñara se cumpliera. ¿Y si no solo ocurría a una persona? Encima, Andy quería sinceridad. ¿Qué le podía decir? Mira Andy, todo lo que sueño se cumple. No, me tomaría por loca. Ahora no podía decírselo.
         Era tercera hora, la última antes del recreo. Tenía examen de matemáticas, era algo que siempre se me había dado bien, así que no tenía que preocuparme por escribir hojas y hojas con un libro aprendido de memoria. Terminé el examen de las primeras, pero lo repasé varias veces buscando errores. Cuando sonó el timbre pasó el profesor, le entregué mi examen, recogí mis cosas y salí por la puerta. Antes de ir al recreo fui a mi taquilla a dejar los libros, pero justo dentro me encontré una bolsa de nubecitas con una nota en forma de corazón. Saqué las nubes y leí la nota.
         “Las he encontrado hoy en la cafetería y me he acordado de ti. No he podido resistirme a comprar nubes a la chica más dulce.
                                                        Te quiere, Andy”
         Acabé de leerla con una sonrisa y dos manos se pusieron en mis ojos.
         -¿Quién soy?- me preguntó.
         -El chico más maravilloso del mundo- le respondí sonriendo.
         -Error. La persona más maravillosa del mundo eres tú- dijo sin quitar las manos.
         -Pero yo he dicho chico, y ese chico eres tú, mi novio- dijo soltando sus manos de mis ojos para poder girarme. Enrosqué mis manos en su cuello y le besé. Su solo contacto me hacía estremecer y su sola presencia podía alegrarme un día tan gris como el de hoy.
         -¿Ya estás más contenta?- me preguntó mientras íbamos agarrados de la mano al patio.
         -Sí.
         -Sabía que lo de las nubes era buena idea.
         -No es por las nubes, es por ti- dije sonriendo.
         -Vaya… Pensaba que la mejor medicina contra la tristeza eras tú.
         -Contra la mía eres tú. Solo tienes que estar ahí cuando parezca que todo está gris y tú te encargas de ponerle color- dije mientras nos sentábamos en el banco a comer las nubes.
         -Oye, ¿y Sabrina? Me había olvidado de ella.
         -La vi arriba, quedé aquí con ella, no tardará en llegar.
         -Si es que piensas en todo. Bueno, mañana es su cumpleaños, se me había ocurrido hacerla una fiesta sorpresa o algo así para animarla.
         -Me parece una idea excelente.
         -Dile a tu hermano que venga, quizá le alegre su visita.
         -Se lo diré.
         John y su pandilla llegaron y se sentaron en el banco de al lado justo en ese instante.
         -Eh Andy, ¿hoy no te pasas por aquí?- le preguntó Blake.
         -¿No ves que está con su novia?- le dijo Jake.
         -No Blake, Jake lleva razón.
         -Pero Andy, no hace falta que te quedes aquí, puedes ir, de verdad no me importa.
         -Prefiero quedarme aquí contigo.
         -Venga Andy, ven, yo me encargo de tu novia.
         -No hace falta que nadie se encargue de ella.
         -Venga, podrías compartir un poco, que está de pan y moja.
         -¿Qué has dicho?- dijo levantándose de golpe y apretando los puños.
         -Andy, relájate, no merece la pena…- dije levantándome.
         -Lo que has oído- dijo John sin hacerme caso.
         -Retira eso y déjala empaz.
         -¿O qué?- preguntó desafiante.
         Entonces Andy, sin que John le viera venir, le pegó un puñetazo en el ojo. John le devolvió el golpe y así empezaron a pegarse.
         -¡Parad ya!- grité yo nerviosa.
         Entre todo el grupo se llevaron a John evitando más daños. Yo agarré a Andy de la mano y le abracé con fuerza.
         -No vuelvas a hacer esto por mí.
         -Por ti hago lo que sea. No voy a consentir que te trate así. Además, se lo debía.
         -Aún así, no quiero que lo vuelvas a hacer. Mira tu cara.
         -Como no tengas un espejo a mano…
         -Enserio, tienes todo el ojo hinchado y el labio lleno de sangre, vamos a la cafetería.
         -¿A qué?- pero yo simplemente lo arrastré hacia allí.
         Pedí una Coca-Cola fría y luego nos metimos en el baño de las chicas.
         -¿Por qué en el de las chicas?
         -Porque así no pegarás al primero que me diga algo. Póntela en el ojo- dije dándole la Coca-Cola. Luego cogí un cacho de papel, lo mojé y empecé a limpiarle la sangre.
         -Siempre me estás curando.
         -Porque me importas y no quiero que te pase nada malo.
         -¿También te importaba la última vez que me curaste?
         -Sí- admití sonrojada.
         -¿Te digo un secreto?- dijo acercándose a mi oreja- Tú a mí también.
         -No creo que hubieras recibido el puñetazo de no ser así.
         -Seguro que sí, con tal de que luego hicieras de enfermera… Deberías dedicarte a esto- dijo acercándose cada vez más a mi.
         Estábamos tan juntos que podía respirar su aliento, notar cada corriente que atravesaba mi cuerpo.
         -Si el paciente eres tú no sería muy eficiente.
         -¿Por qué?- dijo con voz sugerente mientras pasaba su mano por mi pelo. Justo en ese momento sonó el timbre.
         -Porque eres una distracción, y ahora hay clase- dije separándome, abriendo la puerta del baño.
         Fui a mi taquilla y Andy, antes de marcharse, me agarró por la cintura y me besó.
         -Habíamos dejado esto pendiente- dijo cuando acabó de besarme.
Se fue a su taquilla y yo a mi clase, a pasar el resto de asignaturas del día.
PD: Aquí os dejo el siguiente capítulo que espero que os deje con un poco de intriga (no mucha porque bueno, tampoco he podido hacer gran cosa) y que os guste. Como veis estoy intentando subir con más regularidad y poner el blog al día y de momento no voy muy mal ya que he adelantado tres reseñas así que en breves subiré el siguiente capítulo pero, por favor, COMENTAR, ver comentarios hace que me anime, sé que la gente me lee y me anima a subir más a menudo y no vienen mal los ánimos :D

1 comentario:

  1. Me gushhhhta !!!!
    Quiero el siguiente capítulo :)
    hahaha
    Es tan perfect... :)

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