Capítulo 5.- Reconciliación.
Pasaron varios días y Sabrina seguía sin hablarme. Yo seguía con mis sueños, que al día siguiente, siempre se cumplían. No soñaba los días enteros, solo alguna que otra parte importante del día, del resto no recordaba nada de lo que soñaba. Una de las noches soñé mi reconciliación con Sabrina, y a juzgar por lo sucedido, se cumpliría.
Me levanté con más optimismo que de costumbre y me preparé el desayuno. Me lo tomé a medias, subí a por la mochila y bajé comiendo con la manzana de la mano. Llegué al instituto dos minutos antes, algo raro en mí. En las primeras clases no sucedió nada fuera de lo común, ni me crucé con Sabrina ni con John, lo segundo me alegraba bastante.
Iba distraída hacia la siguiente clase, y me choqué con Sabrina. Se la cayeron todos los libros al suelo y me agaché para ayudar a recogerlos.
-Lo siento.- mencioné.
-No, lo siento yo. No me comporté bien, no debía…
-no pasa nada, lo entiendo.
-La que debía haberlo visto era yo, lo siento de verdad.- dijo incorporándose.
-No pasa nada. ¿Entonces, amigas?
-Amigas.- respondió mientras nos abrazamos.
-No ha pasado nada interesante mientras que estábamos cabreadas ¿no?
-¿Qué va a pasar?
¿Qué iba a pasar? Nada, solo que lo que sueño se cumple, y que John va detrás de mí. Me dolía mentirla, es más, me costaba hacerlo, era mi mejor amiga.
-¿Seguro?- me preguntó sacándome de mis pensamientos.
-Sí, seguro.- dije aún menos convencida que antes.- ¿Y por tu parte?
-Nada, me limité a observar como tratabas a John, y entonces supe que me equivoqué.
-¿Pero tú no viste que fue él quien me besó?
-No, cuando empezasteis a discutir, me mandaron un mensaje, fui a verlo y cuándo levanté la vista vi eso…
-Y te fuiste.
-¿Qué pasó a continuación?
-Pues le tiré el chocolate a la cara.- Sabrina me echó una mierda asesina.- ¿Preferías que me lo hubiera tirado?
-No, pero bueno, no puedo dejar de estar enamorada de él.
-Lo suponía.
Llegamos a la siguiente clase y estuvimos hablando con Brenda y Emma. Sandra se había ido con Stella, ya faltaban pocos días para que volvieran. El resto del día pasó lento y sin novedades. Después de leer como cada noche, me fui a dormir.
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-Venga tío, ¿qué te pasa? – me preguntó Blake.
Ambos estábamos en el Starbucks. Nos habíamos pedido un chocolate y un trozo de tarta.
-Nada.
-Te conozco y conozco ese nada, ¿es por una chica?
-Sí.- contesté de mala gana.
-¿Es que te falta alguna?- dijo riéndose.
-Fuera bromas, Lidia, la del accidente, me la intenté ligar el otro día y me tiró un chocolate a la cara.
Blake soltó una sonora carcajada y estalló en risas.
-¿John? ¿Rechazado?- Y siguió riéndose.
Mi chocolate aún estaba caliente, cogí y le tiré un poco a la cara.
-¡Quema!- gritó mientras le lanzaba dos servilletas a la cara.
-¿A que ahora no tiene tanta gracia?
-No tenías por que hacerlo.
-No me iba a quedar a gusto si no.
-Bueno, ¿y qué pasa con ella? ¿Te has enamorado o algo?
-¡No1 Pero va a ser mía.
-¿Eso es lo que buscas con todas? ¿Lo has conseguido?
-Sí, y ella no va a ser menos.
-Te las has tirado a todas…Así que esa apuesta iba en serio.- No era una pregunta, era una afirmación.
Me sorprendía lo poco que sabía Blake del tema, la verdad es que había llegado a la ciudad hace poco. Cada chico nuevo que llegaba al instituto se venía a nuestro grupo. No tenían a penas elección. Se podría decir que desde la apuesta yo era el cabeza del grupo.
-Mira Blake, yo antes era un don nadi. Nada más llegar al instituto conocí a alguien. Era la persona más popular del instituto. Quería encajar, hacerme amigo suyo. Pero para entrar había que cumplir una apuesta. A cada chico se la cambiaban, intentaban buscar cosas imposibles, y así nadie entraría. Yo era un chico muy tímido y ellos eran conscientes. La apuesta consistía en tirarme a todas las chicas del instituto que viera. Me costó, pero al cabo de dos semanas ya llevaba más que ellos en un mes. Acabé enrollándome con la novia del que entonces era el cabeza del grupo. Eso hizo que sus amigos se vinieran conmigo, y que él quedara solo. Al cabo de un tiempo se cambió de instituto.
-¿Y por qué sigues con la apuesta?
-Cuestión de principios. No quiero que me vuelvan a tomar por tonto. Ahora intento batir el record.
-Nunca me habías contado la historia completa.
-No me gusta ir contándola por ahí, pero confío en ti. Si esto sale a la luz, prepárate.
-Tranquilo John, no se lo diré a nadie.
-Eso espero.
-¿Y qué vas ha hacer para conseguirla?
-¿A Lidia? Muy sencillo, me liaré con su amiga. Se que le gusto, otra más para mi apuesta.
-¿Pero no querías a Lidia?
-Sí, y ese es el plan, ponerla celosa.
-Gran plan John, gran plan…
-Lo sé.
Sí, estaba claro, la conseguiría como fuera.
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Que guayy!!! Estoy deseando leer el 6 ya!! Un beso ^^
ResponderEliminarCuando publiques me lo puedes decir??
http://sharabbeyroad-paula.blogspot.com/
Pasate ^^
Adios y besos :)