domingo, 28 de noviembre de 2010

Elección Capítulo 19

Margot estaba sentada en un banco a unos pasos de nosotros. Cuando me vio se levantó para irnos hacia el coche.
-¿Estás bien Allison?
-Sí- dije con la voz ronca, estaba a punto de echarme a llorar.
-¿No te iras a poner a llorar ahora? Creo que no ha sido buena idea que vinieras.
-No voy a llorar. Tenía que venir, no podía quedarme allí de brazos cruzados.- dije mientras me metía en el asiento del copiloto del coche.
-Allison, estas apunto de derrumbarte, si no lo hubiera traído…
-Ahora estaría peor, es solo por dejarle ir otra vez, tiene un montón de pretendientes, el primer día que vino, todas estaban detrás de él, me parece muy irreal que sea yo la afortunada de tan inmenso grupo, pero no he querido mencionarle nada, bastante tiene con estar preocupado por Alan.
-Él te quiere a ti, no te cambiaría por nada, no te preocupes por el tema. Seguramente si se lo hubieras mencionado hubierais acabado cabreados antes de que acabase la semana, has hecho bien.
-Si que me tengo que preocupar, le dije que no estuviera celoso cuando a mi me es imposible no estarlo. Emily se quedó alucinada cuando le vio por primera vez, y ahora ella también es vampira y está más cerca de él de lo que puedo estarlo yo.
-Enserio Allison, no tienes motivos para estar celosa, pronto volveréis a veros ya verás.
-Las relaciones a distancia son muy complicadas, se ve que no lo entiendes, claro tú puedes ver a tu novio cuando quieras, normal que no lo entiendas.
-¿Y eso significa que no puedo sentir celos? Allison aquí también hay más chicas detrás de Marcos, chicas que no son sus enemigas naturales, chicas que pueden estar con él sin transformarse en una loba.
-Pero… tú no te has transformado nunca cuando has estado con él.
-Porque no e perdido el control, si lo llego a perder, durante un momento…no quiero ni pensarlo. Así que sí, se lo que es una relación complicada, se lo que es sentir celos, no puedes decir que no te comprendo.
-Aún así, tu lo tienes hay, lo ves todos los días, a todas horas. Yo no.
-Ya encontraremos la forma.
-La única forma es volviendo a nuestra antigua casa, esto fue un error y lo sabes.
-Pensé que no volveríamos ha hablar sobre el tema.
-Pues te equivocabas, no puedo pedirle que coja aviones cada dos por tres para venir a verme, no puedo es mucho dinero, yo también tengo que poner de mi parte. Tenemos una casa allí, pero claro, es más fácil que nos quedemos en nuestra nueva casa y tú puedas estar con Marcos, así la única perjudicada soy yo.
-Prefiero que llores antes que lo conviertas en rabia.
-No lo estoy convirtiendo en rabia, es lo que siento. Margot es que no puedo más. La única perjudicada aquí soy yo.
-Eso no es verdad.
-¿A no? ¿Que has perdido tú?- pero Margot no contestaba.-Ves llevaba razón. Le he vuelto a dejar ir, otra vez.- Y hay si que me puse a llorar. Todo esto era demasiado para mi.
Margot dejó que me desahogara el resto del camino mientras ella permanecía en silencio, cosa que era un consuelo. Quizás lo único que estaba pensando era en lo que había perdido ella, cuya respuesta se reducía a nada. Ella con este cambio había ganado más que perdido. Aparcó el coche, subí a mi habitación y me tumbé en la cama. No se cuanto tiempo estuve allí mirando al techo, pero pasado un rato Margot entró con una bandeja de comida.
-Te traigo la cena.
-No tengo hambre.
-Tienes que comer, te lo dejo aquí.
En cuanto se marchó me puse el pijama y me fui a dormir sin probar bocado. Aquella noche soñé con Dylan, que volvíamos a estar juntos. Pero claro, aquello eran solo sueños, y en cuanto desperté volví a la realidad. Esa mañana desayuné poco y me fui al instituto.
-¿Ya se ha ido Dylan?- me preguntó Olivia a primera hora.
-Sí.
-Se nota. Parece que de un momento a otro te vas a caer.
-Estoy bien.
Y esta semana se convirtió en la peor semana de toda mi vida. Hablaba con las chicas y un par de días quedé con Alan. Dylan me llamaba todas las tardes, cuando le mencionaba a Alan intentaba usar el mismo tono de voz, pero no lo conseguía. Por eso intentaba no decirle nada sobre el tema. Al final de la semana me acabé conformando con las llamadas, y llegaba a casa ilusionada para hablar con él. Olivia montó una fiesta de pijamas con el único fin de alegrarme, cosa que consiguió un poco. También me puse a buscar trabajo para ayudar a pagar el alquiler de la casa y comer.
El lunes de la semana siguiente, llegando a casa del instituto, recibí una llamada en la que me daban trabajo en la cafetería.
-Hola, soy Allison la nueva empleada.-le dije a la camarera más cercana que había.
-Vale, espero aquí, voy a avisar al encargado.- al cabo de unos minutos vino con un chico alto, tremendamente parecido a Alan. El chico dijo llamarse Diego, me dijo algunas normas que debería cumplir, mi sueldo y cuanto trabajaría, lo que me dejaría las tardes totalmente ocupadas. Era la camarera, para un primer día la estaba pifiando bastante, casi se me cae la bandeja en dos ocasiones, llevé varios pedidos a mesas equivocadas…Vamos lo que una novata hace su primer día, todo mal.
-Tranquila, mañana seguro que se te da todo esto mejor, es solo tu primer día.- me dijo Emma, la camarera que había conocido al llegar allí. Al parecer ella vivía sola allí, y como yo, trabajaba para pagar el alquiler. Ella misma decía que este era un trabajo fácil en el que te pagaban bien.
-Eso espero.
-Seguro que si- dijo Diego acercándose a mi- Oye, tengo una duda desde que has llegado aquí, mi hermano no para de hablar de una tal Allison, que es nueva aquí, ¿por casualidad no serás tú?- ahora era cuando me encajaba el parecido que le encontré al principio.
-¿Tu hermano es Alan?
-Exacto, ¿eso quiere decir un si?
-Si, soy yo.
-No para de hablarme de ti, apuesto lo que quieras que en cuanto sepa que trabajas aquí vendrá todos los días a que le sirvas.-esto me hizo ruborizarme de la vergüenza, al parecer todos estaban convencidos que estaba coladito por mi.
-Bueno yo me voy a casa ya, mi hermana me estará esperando.
-¡Hasta mañana!
-¡Hasta mañana!
Ya se había hecho de noche, y el camino a casa me resultaba más difícil de recorrer por la calle escasamente iluminada por la que solía andar. Oía ruidos a mí espalada, y miraba hacia atrás de vez en cuando por temor a que me pudiera pasar algo, pero nunca veía a nadie, así que pensé que solo eran imaginaciones mías.
-¿Qué tal tu primer día de trabajo?- dijo Margot en cuanto entré en casa.
-Fatal. ¿Tú todavía no has encontrado nada?
-No, nada, espero que con tu sueldo nos baste.
-Papá y mamá nos mandan dinero cada mes ¿no?
-Sí, pero no nos da para todo, por eso necesitamos el trabajo. Te he dejado un trozo de pizza en el microondas para que la calientes, debes de tener hambre.
-No mucha, pero tranquila, me lo comeré.
Fui a la cocina, me comí la pizza tal y como había prometido a Margot y me subí a mi habitación a dormir.

3 comentarios:

  1. o.o!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! mi Dieog es el hermano de Alan??? o.o!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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  2. Genialll tiaaa !!! aunk ya sabes.... =( jaja tu me entiedes ^^ tekierooo y sigue escribiendo eeeeee k me tienes bn enganchadita ^^

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