jueves, 10 de febrero de 2011

Elección Capítulo 33

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Estaba secándome un poco el pelo con unas toallas al lado de Kyle cuando sonó mi brazalete, estábamos a punto de irnos a la cama todos ya, no era la hora habitual, en el brazalete solo ponía “dónde siempre”, era Diego claramente. Me bajé con la ropa empapada haber que quería, me estaba esperando sentado en los escalones de la sala donde se hacía el recuento.
-¿Qué querías?- le pregunté, ya había dejado mi tono amargo con el que siempre le contestaba.
-Saber que tal te van las cosas, ya sabes, hoy no nos hemos visto antes.- dijo levantándose.
-Sabes perfectamente que no hace falta que nos veamos todos los días. ¿Alguna razón?
-Ya te lo he dicho, ¿tienes alguna novedad?
-¡Y a ti que más te da! Con que consiga el hechizo te tiene que bastar.
-Pues si me importa.
-¿Y eso? ¿Me matas y ahora te importa?
-Bff… es imposible hacerte entrar en razón. Reconoce que gracias a mí ahora no eres como eras antes.
-No te lo reconoceré en la vida, no me gusta nada ser así, porque tengo que vivir a base del líquido ese plateado y no me gusta nada tener que depender de ello, no poder envejecer… Así que si piensas que me has hecho un favor estás muy equivocado.- dije cabreada dispuesta a irme, pero él me agarró del brazo y me atrajo contra él.
Nuestros rostros estaban a escasos centímetros y entonces él me beso. Al principio me dejé llevar, era muchísimo mejor que el que me había dado con Kyle antes. Incluso mis manos pasaron inconscientemente por su pelo mientras las suyas acariciaban mi ropa mojada, al hacer esto fui consciente de lo que estaba haciendo, no podía hacer esto, así que dejé caer las manos pero no podía dejar de estar implicada en aquel beso, así que esperé a que él finalizara el beso. Cuándo separó nuestros rostros no le dio tiempo a decir nada más, porque le pegué una bofetada. El se llevó la mano a la cara dónde le había pegado el bofetón pero no hizo nada más. Entonces me dí la vuelta y me fui para subir a la habitación, pero todavía se escuchaba a Diego por detrás.
-Venga ya… pero si te ha gustado… Por cierto… ¿Sabías que estás muy sexy con la ropa mojada?- Ante eso yo solo le saqué mi dedo corazón y subí.
Ya estaban todos en sus camas, yo me cambié la ropa mojada y me tumbé en mi cama. Esto era de lo más surrealista, ¿de verdad estaba empezando a sentir algo por Diego? Imposible, no, no podía, tenía que quitármelo de la cabeza de una vez, seguramente no era como yo pensaba.
Me desperté sabiendo que me tendría que enfrentar a Kyle y a Diego. No sentía nada por Kyle, y odiaba hacerle falsas esperanzas, pero era la única salida que me quedaba. Después de los entrenamientos esquivé la llamada de Diego y me quedé arriba con Kyle, la primera cosa de la que me tenía que ocupar. Después de un rato hablando, sacó el tema, tal y como suponía.
-Bueno yo… El beso que nos dimos ayer… No se si significó lo mismo para ti, pero me gustas mucho Annie, y me preguntaba si… podríamos salir juntos…-dijo tímidamente.
Esto me dejó helada, no sabía que contestarle, bueno en realidad sabía lo que debía hacer, y aunque no fuera lo que yo quería, le besé como respondiéndole. Él siguió el beso, pero para mi no era lo mismo que la primera vez.
-¿Eso es un sí?
-Es un por supuesto.
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Eran las horas libres y yo estaba en uno de los matorrales de los enamorados, como los llamamos nosotros cuando llegamos, peor esta vez sin enamorado, sin él. Estaba esperando a Annie, quería hablar conmigo en un lugar apartado, dónde nadie nos viera ni nos escuchara. Alan había echado un hechizo a los matorrales para tener más privacidad a petición mía, y la verdad les venía muy bien a todos. Llevaba varios días sin ver a Annie, probablemente necesitaba una amiga para contarla sus problemas, por eso yo dejé a Dylan con Marcos y Margot. No le gustaba la idea de pasar menos tiempo conmigo, pero ahora se había mudado definitivamente a mi habitación. Se había cambiado por Iker, y según él, Diego se lo permitía, algo que me extrañaba mucho. Pasado un rato Annie entró en los matorrales y se sentó enfrente de mí.
-¡Hola! ¿Qué tal te va? Hace días que no te veo- la dije
-Pues…estoy confundida, y se que si no se lo cuento a alguien reviento, y te lo tengo que contar a ti.
-¿Qué pasa? ¿Mal de amores?- pregunté en broma.
-Más o menos.
-¿Quién es?- pregunté curiosa.
-Quienes querrás decir…
-¡¿Qué es más de uno?!
-Sí, haber te explico desde el principio.
-Mejor…
-Resulta que Diego me dijo que para poder salir de aquí necesitaba enrollarme con Kyle, para conseguir el hechizo y salir, y bueno, esa es la razón principal de que no me vieras, intentaba ganarme su confianza, y el otro día pues empezamos a echarnos agua y nos besamos. Pero luego bajé a ver a Diego, y también nos besamos.
-¿Qué? ¿Con dos en un día? ¡No me lo esperaba!
-Ni yo…
-¿Y cual es el problema? ¿No sabes cual de los dos te gusta?
-No es eso… Kyle no me gusta, haber es un buen chico, y no está mal ni nada, pero no es mi tipo, y no quiero hacerle daño, pero para salir de aquí voy a tener que hacerlo…
-¿Entonces sientes algo por Diego?
-No lo se, ese es el problema. Cuándo me besé con él fue tan especial… Me dejé llevar sin ser consciente y si, lo llevo pensando unos días, me lo quiero quitar de la cabeza y no puedo…
-¿Por qué quieres hacer eso?
-Porque no solucionaría nada enamorarme de él, no solucionaría nada reconocerlo.
-Por eso te intentas engañar a ti misma.
-Quizá.
-¿Sabes cual es el problema?
-¿Cuál?
-Qué el corazón no entiende lo que está bien y lo que está mal, el corazón simplemente ama, independientemente de quién sea esa persona. Al corazón no se le puede engañar.
-Entonces me estás insinuando que…
-Te gusta Diego, y no lo vas a poder ocultar por más tiempo, no te puedes engañar más.
-¿Pero que hago?
-Estoy segura de que tú a él también le gustas. Lo que hay que hacer es comprobarlo.
-¿Cómo?
-Diciéndole que te gusta Kyle, que empiezas a sentir algo por él, mostrándote cariñosa delante de él…
-Dándole celos…
-Exacto.- dije.
El plan no la podía fallar, pero a mi me preocupaba otra cosa. Ya sabía porque había llamado Diego a Annie, y ahora solo me quedaba saber para que había llamado a Dylan. Sabiendo que era para escapar no me daba muy buena espina, solo me quedaba esperar para saberlo.

1 comentario:

  1. Me he leído hoy todos los capítulos y hay que reconocer que me has enganchado. Tienes que mejorar un poquito la ortografía. Sigue así !

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